Pertenecer al mundo de la farándula no es nada sencillo y más cuando una figura, que hoy destaca por su talento, carga con la pesada herencia de un apellido o por ser familiar de. Este es el caso de Julieta Ortega, quien a sus 52 años hizo un importante análisis de ellos.
Su papá, Palito Ortega, es un símbolo de la música y transversal a muchísimas generaciones. Y la fama de su mamá, Evangelina Salazar, para Julieta se transformaron en un combo difícil de sobrellevar y que hizo incluso que su propia madre le pidiera disculpas.
“Yo ya lo hablé con mi madre, me pidió disculpas hace mucho tiempo, pero no es joda de dónde venimos. Mi generación viene con otro chip e, inconscientemente, eso está todavía”, sostuvo la actriz, haciendo hincapié en las cosas no resueltas.
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En su entrevista con Julia Mengolini para Futurock, Ortega canalizó en temas muy importantes. Uno de ellos fue la mirada de sus papás hacia ella que, al estar soltera, varía en relación de si tiene o no a alguien que la acompañe.
JULIETA ORTEGA Y SU INESPERADA REVELACIÓN FAMILIAR
“El problema de eso, en mi familia, es que mis papás creen que si no estás acompañada quizás no la estás pasando tan bien”, aseveró Julieta, quien si bien tiene devoción por su papás, eligió un camino diferente.
Una de las inesperadas situaciones familiares que vivió, todo en un marco de personas que nacieron en ambientes diferentes, fue cuando se separó su hermano Luis Ortega. Allí era Palito el que no entendía que su hijo no necesitaba estar en pareja.
Y si bien el cantante intentó ayudar desde un lado que para él era positivo, el punto de inflexión se dio con la rotunda definición de “Papá, pero yo no soy vos”. Rompiendo con esos moldes establecidos, Julieta hoy trata de vivir su vida tranquila y tomando las decisiones que para ella son correctas.
