La trama de Wanda Nara y L-Gante se constituyó en una gama enorme de situaciones peculiares, que se encargaron de fogonear con una relación indefinida, al menos que permitió elucubrar diferentes estadíos, como un romance furioso y también una amistad noble.
Tras la separación oficial de Mauro Icardi, que comunicó con un posteo en Instagram allá por septiembre, la influencer se mudó a Argentina durante varios meses, sin su ex e incluso sin sus cinco hijos durante un largo periodo, en el que trabajó en Quién es la máscara.
En esa etapa, Wanda se lanzó a exhibirse muy cercana a Elián Valenzuela, de hecho salió una infinidad de veces por la noche porteña, tanto a boliches, discos, a cenar a restaurantes elegantes, así como también acompañarlo a sus shows o juntarse a comer un choripán en la costanera norte.
En esa nebulosa que supieron edificar sobre la verdad de su lazo, se distanciaron con el viaje reciente de Nara a Estambul para llevar a sus herederos a reiniciar las clases. Aunque, en breve la influencer retornará al país para ponerse al frente del desafío más grande: conducir MasterChef.
En su actividad frenética en redes sociales, un universo en el que se mueve como pez en el agua para producir comercialmente, la hermana de Zaira Nara armó un posteo para cumplir con un contrato económico gigante con una casa de chocolate muy famosa.
Rodeada de productos riquísimos, Wanda escribió, a forma de cumplimentar con el arreglo monetario: "¡No necesitamos un amor para que nos regale chocolate en San Valentín. De eso se van a encargar mis amigos, que tienen más de veinticinco sucursales en Argentina y este mes abren la primera en España”.
Lo llamativo de todo esto se centra en la alusión al Día de los Enamorados y que L-Gante apareció en el feed de Nara para dejarle un comentario que despertó múltiples interpretaciones. El músico le puso: "Me agarraste...". Lo que puede leerse como que desea enviarle una caja de bombones para el 14 de febrero.
