Gran Hermano está a punto de vivir su segunda gala de eliminación y en la casa hace rato que arrancaron los complots, alianzas y estrategias. Varios de los participantes empezaron a armar sus juegos y Juliana le planteó a una compañera, entre susurros, lo que piensa que Mora se trae entre manos.
Mora, la chica de pelo corto de Misiones, la primera en bañarse sin ropas ante las cámaras y que se presentó al público como muy abierta y libre, comenzó a despertar sospechas en las últimas horas, luego de provocar a Coti acostándose en la cama con El Conejo, su noviecito dentro de la casa.
Y Juliana, luego de advertir varias movidas llamativas, le aseguró a Romina Uhrig, la ex diputada kirchnerista, que Mora no es de fiar y le recomendó que se cuide de ella. Recostadas en uno de los sillones del living, la chica de Venado Tuerto le confió en voz baja lo que piensa.
“Martina y Mora no la pueden ver a las otras pibitas. Ojo con Mora, a la Coti, la odia…”, le dijo. Y se refirió a lo que notó en el último tiempo y lo que ella misma le contó, tras hacerse más cercanas.
“Ahora que agarró un poco más de confianza conmigo…”, siguió Juliana, haciendo el gesto de que Mora empezó a largar el chisme con ella. Y señaló: “Hace cosas a propósito para que Coti y el Cone se peleen. Sí, es re chota, boluda”.
Finalmente, Juliana le aseguró a Romina la postura que tomó ante las intenciones de la morocha de interferir en el romance del cordobés y la correntina: “Yo le dije ´mirá, Morita, está todo bien, es tu juego, pero yo no comparto esas cosas´”.
Hace unos días, Mora sorprendió al plantar la semilla de la duda en Alexis, cuando le dijo que Coti “jugaba a dos puntas” al sugerir que quería chapar con ella. “Mora está jugando con fuego. Ella juega a desestabilizar al otro, sabe que Coti es muy sensible y celosa”, analizó Gastón Trezeguet, aplaudiendo su perfil de jugadora.