El juego de Gran Hermano comienza a ponerse cada vez más vertiginoso y con el lanzamiento de los “congelados”, los participantes atraviesan por emociones muy fuertes y que en la última edición salió perjudicada Rosina.
Debido a que la joven recibió la visita de su mamá Fabiana, no se contuvo y rompió las reglas. Si bien las bases y condiciones consisten en que deben quedarse quietos y sin decir una palabra, atinó a consultarle por Mágica, su gata.
Al notar esto desde la producción de Gran Hermano, le cayó una sanción y su madre salió a romper el silencio. Con algo de culpa porque no pudo contenerse ante su figura, habló del especial momento que vivió al reencontrarse con su hija.
“Ahora estoy un poquito mejor, pero me desperté medio triste”, comenzó diciendo Fabiana. Al escucharla con atención Georgina Barbarossa, quiso saber lo que pensó en el instante que su hija abrió la boca y expresó unas palabras.
LA PREOCUPACIÓN DE LA MAMÁ DE ROSINA
“Cuando tu hija te dijo ‘¿Mágica?’, ¿te querías matar?”, preguntó Georgina. En el hecho de ingresar a la casa con la idea de ayudar a Rosina y no querer perjudicarla, sólo se centró en cumplir con su objetivo desde que puso un pie en la casa.
“Yo estaba concentrada en lo que le estaba diciendo. No me imaginé que me fuera a decir nada. Cuando preguntó por Mágica, yo seguí como si nada. No le iba a contestar. Obviamente que ella quiere saber información, pero no le contesté. Ella ya le había preguntado a la producción por la gata”, aseveró la mamá de la hermanita.
Una vez fuera de la casa nunca se imaginó que la iban a castigar a su hija pero entienda que son las reglas del juego en Gran Hermano: “Cuando salí de la casa, no pensé que la iban a sancionar. Es verdad que la sanción podría haber sido peor”.
