La China Suárez regresó a Turquía junto a su hija Rufina después de pasar una semana en Buenos Aires. Madre e hija compartieron en redes sociales algunos momentos del viaje y sorprendieron con una charla en la que la adolescente salió en defensa de su mamá frente a los haters que la critican constantemente.
A través de un video en sus redes, la China comenzó a reflexionar sobre los diferentes comentarios que justamente se hacen en las plataformas: “No es importante lo que digan los demás, la gente que no conoce. A mí me importan mi familia y mis amigos, que son pocos, pero buenos. Todo eso no va a desaparecer: el hate, la gente que pone cosas feas, que quiere cancelar todo el tiempo gente”.
Sabiendo de sus muchos detractores y que ha tenido que acostumbrarse a vivir con ello durante años -por sus escándalos y mucho más desde el WandaGate-, la China buscó darle una lección a su hija: “Vos lo ves en las redes sociales, los chismes, las mentiras. Lo importante es que nosotras tenemos buena comunicación, y que vos todo lo que me querés preguntar, me lo preguntás”.
Fue entonces cuando Rufina se animó a hablarle directamente a quienes atacan a su mamá: “Para qué tiran gente si no saben ni quién es". Pero la China se sinceró: “Esa respuesta no la vas a tener nunca, entonces hay que hacerse fuerte uno y entender que eso no es parte de tu vida y no recibirlo. Yo lo leo y no lo tomo personal y estoy como blindada hace muchos años”.
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Con tan solo 12 años, Rufina no dudó en remarcar lo que vive en carne propia al lado de su mamá, aquello que no puede verse en las redes y queda en la intimidad: “No tiren hate si no saben quién es. Vos sos una mamá buena, una persona buena, y todo lo que dicen es mentira. Yo vivo con ella hace 12 años y nada de lo que dicen es verdad, así que no se crean cosas que no saben”.
Pero no fue lo único. El regreso de la China y su hija a Turquía para reencontrarse con Mauro Icardi también dejó lugar para otras anécdotas. De hecho la actriz habló del eterno vuelo que tuvieron: “Después de un vuelo de 17 horas, de las cuales dormimos 12 las dos... yo dormí un poco más... es que tengo un problema y un talento, que es que me duermo en cualquier parte... llegamos a casita”.
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Más relajadas, madre e hija disfrutaron de una cena simple y revelaron la costumbre que adoptaron. “Estamos comiendo unos snacks con este polvito mágico turco”, contó la China. Su hija lo describió como un “caldo”, a lo que la actriz coincidió entre risas: “Claro, es como un caldito de verduras, pero nos volvimos adictas y se lo ponemos a todo, a la mayonesa, a las ensaladas, a todo. Es riquísimo”.
