La mediática habló del conflicto que se le avecina con el pedido de abandonar la residencia este jueves.
Ya inició la cuenta regresiva y los minutos empiezan a convertirse en un enemigo para Vicky Xipolitakis. Todo el problema enorme que se le presentó en su camino respecto al departamento que habita en Recoleta ya se transformó en un ultimátum.
El dueño de la propiedad ejecutará el pedido de desalojo ante el vencimiento del contrato de alquiler, que se producirá mañana, fundamentado en millonarias deudas que se acumularon por incumplimiento de pago. Una situación que la Griega explicó mil veces no podía afrontar y que debía subsanar su exmarido Javier Naselli.
Más allá de las razones de Vicky, de lo loable de su exigencia, el pasivo existe y alcanzó a una cifra muy importante, que se estima supera largamente los 600 mil pesos. A raíz de toda esta situación, ahora el foco se centra en dónde vivirá Xipolitakis y cómo solucionará este tremendo inconveniente de abandonar el hogar en el que cría a su pequeño hijo Salvador.
Atento a la magnitud de la problemática, los medios montaron guardia en las inmediaciones del departamento y América consiguió charlar, brevemente, con la mediática, que lució visiblemente consternada, bajo los influjos de la angustia y aportó algunas declaraciones.
Frente a la consulta de la cronista sobre si finalmente dejará el departamento, Vicky exclamó: “Me encantaría irme”. A lo que inmediatamente agregó que: “El padre de mi hijo está en la Argentina, se lo podrían preguntar a él”. Con estas palabras confirmó que el verdadero responsable es Naselli, quien fue el que labró el contrato de alquiler y aceptó pagar en dólares.
En cuanto a su anhelo, su deseo de abandonar esa propiedad, pero al unísono sin recursos para mudarse, Xipolitakis sorprendió al aseverar: “Siempre me hubiese gustado irme”. Y en relación a qué barrio o zona le gustaría trasladarse en el corto plazo, la blonda sentenció: “En cualquier lado en el que mi hijo esté bien”.