Con una velocidad inusitada para el habitual desenvolvimiento de los trámites legales, la sucesión de Diego Maradona marcha sobre rieles. A partir de la designación del administrador y el consenso de los cinco hijos reconocidos se está recabando mucha información del patrimonio del astro.
En esa línea, ayer sorprendió la noticia del traslado de dos autos de lujo del ídolo, que estaban en poder de Matías Morla a manos de la Justicia. En esa logística se pusieron a disposición dos BMW, de alta gama, aunque uno de ellos no arrancó y eso imposibilitó las maniobras.
Finalmente, ese vehículo de lujo, que está intervenido artísticamente con la firma de Diego en el parabrisas, logró salir del estacionamiento en el que reposaba, a partir de la intervención de un mecánico. Entonces, la parte representada por Mauricio D’Alessandro cumplió con el objetivo de poner a disposición de la Justicia estos bienes preciados del astro.
En el video se percibe con claridad el cuidado extremo para maniobrar el BMW, con mucha cautela para subirlo al camión que lo llevó hasta el depósito que dispuso Sebastián Baglietto, que por ahora se desconoce el paradero, dado que la intención es mantener en secreto esa ubicación.
Este coche posee una complicación desde lo legal, dado que Maradona lo puso a nombre de Doña Tota, por lo cual no ingresa directamente en la herencia de los herederos. Primero hay que repartirlo entre las hermanas y hermanos de El Diez y solo el porcentaje que le correspondía a Diego se direccionará a los hijos.
Otro de los movimientos del martes, y tal como lo anticipó D’Alessandro, se acercó el poder y las llaves de la baulera de Beccar, en la que se guarda un container que viajó desde Dubai, donde se hallan 250 objetos de enorme valor para Maradona.
Como si toda esta celeridad fuese poca, Dalma Maradona y el propio administrador se trasladaron hasta Brandsen, así como contrataron un camión de mudanzas, para ingresar a la casa del country Campos de Roca que habitó Maradona. En esa movida se recopilaron diversas pertenencias del ídolo, que también ingresarán en el acervo de la herencia.
