La estafa en redes sociales en la que cayó Thiago de Gran Hermano: "Es trucho" – Revista Paparazzi

La estafa en redes sociales en la que cayó Thiago de Gran Hermano

Todo se dio por una serie de compras en internet.
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Gran Hermano cambió por completo la vida de cada uno de los participantes e indudablemente el que mayor impacto causó en el público fue Thiago Medina. El joven de 19 años conmocionó al país con su historia y se metió en el corazón de cada uno de los espectadores.

Presentándose como un soñador que día a día recorría las calles de Buenos Aires en busca de cartón para lograr llevar algo de dinero a su casa, Thiago tenía todas las de ganar. Sin embargo, la confusión de estar en el reality n°1 de Argentina le jugó una mala pasada. Y a los pocos días se terminó peleando con Agustín.

Sus polémicas estrategias a la hora de jugar, sumado a que traicionó a Daniela y sus amigos, no se lo perdonó el público. Con dos semanas fuera de la casa comenzó a ser tendencia en redes sociales por un canje que consiguió.

Ocurre que hace unos días le pidió a sus seguidores que le gestionaran un termo Stanley, marca líder en los termos y demás productos de hidratación. “Apreta el link y compralo por WhatsApp. Te atiende Mica, que es una divina y te lo envía a tu casa al toque. Termos $17.000”.

Al ver esta historia de Thiago en modo influencer, muchos comentarios señalaron que el ex Gran Hermano quedó amarrado a un engaño muy recurrente. No precisamente él lo generó sino todos aquellos que ofrecen servicios en nombre de esta marca.

Una estafa que se incrementó a lo largo del último tiempo con el sello Stanley, es la venta de productos no oficiales. En este caso, al notar que Medina los publicita a cambio de 17.000 pesos, fue la prueba irrefutable para confirmar que no se trataba de un termo original.

Recurriendo a la fuente principal, que sería la tienda online de Stanley, un modelo como el que compartió Thiago no baja de los $35.000. De hecho, en plataformas de ventas digitales se encuenta a precios similares y hay más detalles que verifican que se trata de una imitación. 

Ya de por si todo ese envoltorio en etiquetas de color amarillo y negro, lo cuál lo hace parecer original, no es más que un engaño para hacer creer a los consumidores una falsa validez del producto. Ademas, cada vez que se compre un Stanley el mismo viene en un caja con certificaciones oficiales de la marca. ¿Hará el reclamo el ex Gran Hermano?

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