Crack absoluto, el mejor y más respetado, ganador de infinidad de títulos y trofeos, Lionel Messi al fin pudo alzar la Copa del Mundo el 18 de diciembre. Convertir a Argentina en campeón mundial por tercera vez era lo único que le faltaba, y ahora nadie lo despega de la copa dorada.
Así lo hizo ver Leo a primeras horas del martes, desde su cama del predio de la AFA en Ezeiza, donde amaneció feliz y satisfecho por su sueño cumplido, abrazado al icónico trofeo como un niño que duerme con su juguete preferido.
Y a la par de que Messi revolucionó las redes con su seguidilla de fotos, Antonela Roccuzzo mostró la selfie que él le mandó, también desde la cama, mirándola con amor junto a ese poderoso símbolo de la gloria futbolística que pesa seis kilos.
“Sin palabras”, escribió Antonela en su posteo de Instagram, donde además de esa imagen imperdible subió distintas instantáneas del festejo en el campo de juego, con su esposo y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro, minutos después de la final contra Francia, todos como locos con la copa.
Este fue uno de los gestos más llamativos de Roccuzzo, que ya se reencontró con la Pulga en su casa en Funes, a 30 kilómetros de Rosario, a donde había llegado con sus hijos en un vuelo directo desde Doha.
Pero hubo otro: Anto ninguneó a Wanda Nara. “Wanda se sacó una foto de cholula, haciéndose la amiga y la otra no se la sube. Después la borró porque, después del partido, Antonela empezó a ‘repostear’ un montón de fotos; de hecho ‘reposteó’ a Sofi Jujuy, pero a Wanda, no”, dijeron en Socios del Espectáculo.
