Lo planteábamos en Paparazzi hace algunas semanas. El día que ya no estén Susana y compañía, ¿quiénes serán las nuevas divas del ambiente artístico? Son varias las candidatas a ocupar el gran trono de la farándula, pero una de ellas se destaca por encima del resto: Pampita. Y este año, en Telefe, rodeadas por un supuesto halo de belleza, glamour y cordialidad, se desatará una batalla feroz entre pasado y futuro. La estrella de las tapas de ayer contra la chica de las tapas de hoy. La conductora de las 30 temporadas contra la piba que recién arranca. La de la vida expuesta, la de los mil escándalos. La de las burradas históricas, la de la vida trágica. La engañada, la infiel. La de las mil trampas, la abandonada. La millonaria, la que recién arranca. La que se hace la tonta, la que de tonta no tiene nada. Susana Giménez (74) y Carolina Ardoahin (40). Ese enfrentamiento que hoy puede sonar desigual o desproporcionado, marcará en realidad un cambio de época. Y ese clásico empezó a vivirse una vez que la pampeana confirmó que dejaba a Tinelli por ir en busca de su sueño en la vereda de enfrente. Su llegada al canal de las pelotitas no pasó desapercibida para nadie, y menos que menos para la dueña histórica de la señal. Las internas se dispararon, las acusaciones cruzadas, los rumores y las dudas. Aunque ellas prefieran cuidar las formas y no entrar en polémicas.
Enero. Las dos nacieron en el primer mes del año, pero bajo distinto signo: María Susana un 29, en Acuario, y Ana Carolina el 17, en Capricornio. De origen humilde y con infancias difíciles, corrieron a los brazos del amor, se casaron y empezaron a transitar una vida donde los casamientos, las separaciones, los engaños y las pasiones marcaron el ritmo de sus días. Una publicidad cambió la vida de Susana; el ojo de un representante, la de Pampita. La que le revoleó un cenicero a Roviralta, la que agarró de los pelos a Macedo. La estafada por Rama, la víctima de Barrantes. La que escapó con Corcho, la que corrió hacia Vicuña. La que invitó a su casa y se comió a Del Potro, la mamá de tres varones que enloquece a Mónaco. Susana y Pampita, la Giménez casi la duplica en edad pero llevan una vida emparentada. Y su carisma las convirtió en conductoras, mujeres bellísimas que generan empatía al instante, admiradas por ellos y ellas. Súper mediáticas. Una inició su romance con la tele en 1987, la otra encarará el suyo en este 2018. ¿Qué pasará?
La trinchera. Tinelli no imaginaba que Pampita le rendiría tanto a su programa. Ya había ganado el Bailando como participante, en 2008, y ponerla en el jurado era una apuesta sencilla. Llegaba on fire después del episodio del motorhome, separada y bravísima. Si funcionaba, buenísimo; si no, vacaciones y a otra cosa. Pero Pampita se la bancó, y fue volteando muñecos uno tras otro. Su pelea más recordada fue cuando tuvo que ponerle puntaje a Nicole Neumann, la señalada como autora intelectual del apodo “Muki” o “Mucamita”. A fin de año, quizás aburrida luego de dos temporadas en las que fue protagonista del ciclo, sólo por debajo de Tinelli, decidió pegar el portazo e irse. Le debían plata, también. Y a nadie le gusta trabajar gratis, Susana puede dar fe de ello. Su programa Pampita online, del incipiente canal KZO, que se veía primero por YouTube y después en una señal de cable, podía llegar a Telefe. Dijo que sí sin dudarlo. Sus dos años en Showmatch, al lado de Moria y Polino, la convirtieron en una amazona frente a las cámaras. ¿El último round? Cuando se volvió a cruzar con Nicole, esta vez con una entrevista para su programa. Y la dejó knock-out al borde de las lágrimas. Porque Pampita, de buena, sólo tiene la cara.
La gran pelea. Mientras se maquillaba en su camarín del Bailando, Carolina ya les contaba a todos que su futuro inmediato estaba en Telefe. Y se fue de vacaciones primero a Punta del Este y después a Miami, pendiente de cada una de las novedades que le iban contando desde Buenos Aires. El primer foco de conflicto con Susana nació a partir del horario en que se transmitiría su ciclo. Le propusieron ir los miércoles a la noche, y le encantó la idea de no tener que competir con Showmatch. ¡Y a Susana también! Porque la rubia todavía no sabe si irá los domingos a la noche, como siempre, o si se decidirá por la opción de cortar la semana. Entonces en Telefe volvieron sobre la marcha y buscaron un nuevo lugarcito en su grilla para Pampita: los mediodías. Se aceptó sin chistar, por supuesto, al fin y al cabo se trata del famoso derecho de piso. Pero la segunda batalla, la que hizo que Susana empezara a mirar con otros ojos a Pampita fue cuando trascendió que podían quitarle a Fede Levrino, su productor estrella. La diva está de vacaciones, de viaje en viaje, supuestamente en otra, pero atenta a todo. Y Fede, en el equipo de producción de Susana, es quien le da todos los gustos. Lo que ella quiere, Fede lo consigue, y eso lo convirtió en su preferido. En realidad el programa de Pampita se produce en otra productora, pero en Telefe se barajó la posibilidad de sumarlo a Levrino para que se integrara al formato de los ciclos de Telefe, que se inicia a la mañana con Morfi y continúa a la tarde con Cortá por Lozano. Pero Susana ya dejó claro que su producción sólo trabaja para su programa, que se inicia recién después del Mundial de Rusia, cita futbolera que la tendrá haciendo especiales desde Moscú. ¿Y el programa de Pampita? Se lo esperaba para el 12 de marzo, pero la nueva fecha es abril, y muy posiblemente a las 11 de la mañana. A pesar de que la propia Carolina descartó cualquier tipo de interna con Susana, lo cierto es que no cayó bien que su programa haya generado estos resquemores. Pero lejos de amedrentarla, la han envalentonado. Se dice que uno tiene la altura de sus contrincantes, y Pampita se siente preparada para ir por Susana. De diva a diva.
Guerra de divas
Susana ya tiene a su nueva favorita: Nicole
