La Tora estuvo en el ojo de la tormenta luego de tener actitudes pocos agradables con su mamá mientras estuvo en Gran Hermano. Ante esta situación y luego de ser la cuarta familiar eliminada, Gladys rompió el silencio y habló sobre lo que realmente ocurrió con su hija.
"Creo que estuve bien, pasa que no quería hablar del afuera y por eso Lucila por unos momentos me guiaba. Ella tenía miedo que yo la perjudique en el juego o que hable del afuera. Pero no lo iba a hacer eso. Estaba a la expectativa de que hacía o que no hacía", comenzó.
En cuanto a cómo son en el afuera, dijo: "En el afuera mi vínculo con ella es re lindo. La veo todos los días, la voy a buscar cuando sale de trabajar, le hago las compras cuando ella no llega. Este fue el primer año nuevo que no estuvimos juntas. Tenemos esas cosas de madre e hija. Una maravilla".
"Lo que pasa es que entramos de visita todos los familiares y queríamos salir todos juntos, me costó hasta nominar. Cuando Santi decía esto es un juego, acá no vienen a ser compañeros o amistades, entonces medio como que caía que estaban todos jugando", sumó.
"Escuché que decían que me puse a llorar, que Romina me contuvo y que se yo, pero nada que ver porque estábamos hablando de otro tema. Es solo una relación de madre e hija, ella a veces me dice que cosas se dice o no. Alguna vez se lo digo yo", sentenció Gladys.
Ante las diferentes teorías que le presentaban los panelistas del programa que conduce Santiago del Moro, la mamá de Lucila Villar respondió sobre la temperamentalidad que mostró su hija: "Conmigo era muy combativa porque me cuidaba, pero se pasaba en cuidarme".
