La primera sorpresa que dio Maju Lozano fue el anuncio de que dejaría de conducir "Todas las tardes", su programa en Canal 9, después de liderarlo durante 7 años y 1477 emisiones en las que se había consolidado como un clásico de la emisora. Aparecieron, allí, un sinfín de posibles causantes de su inesperada decisión. La otra sorpresa, la segunda, llegó hoy, cuando al comenzar a despedirse de sus compañeros y de sus televidenates confesó que "a los 51 años descubrí que soy autista".
Parada en el medio del estudio, rodeada por todos sus compañeros del panel, Maju arrancó a dar su último editorial como conductora del ciclo. "Estoy un poco nerviosa, banquenmela. Es un día hermoso, porque cuando uno toma decisiones pensadas y desde el corazón y escuchando sus necesidades y desde la alegría y el agradecimiento porque Todas las tardes es un hijo, el día es lindo, no es feo", empezó.
"Tengo agradecimiento para todos. Los productores, los técnicos, los compañeros, los de seguridad que durante seis años me dijeron "Maju acordate que viniste en auto", porque a veces me iba en taxi, a todos. Un poco me merecía está oportunidad de conducir por todo lo que la venía remando, y porque acá empecé como asistente de producción. Yo venía a este canal a golpear la puerta y a tirar mi curriculum como actriz, por eso cuando salió la posibilidad de conducir fue algo maravilloso y lo agradezco", siguió la entrerriana.
Entre emocionada y visceral, Maju dijo que "Este ha sido un programa solo de satisfacciones. Esto no es repentino, soy de masticar las cosas y esta decisión es algo pensado y que necesitaba hacer. Este último tiempo del programa fue complejo. Soy muy sensible y ultimamente había temas con los cuales ya no me identificaba. Mucho de los temas que pasaron me estaban atravesando demasiado y me estaban llevando puesta. A mi me gusta hacer humor y siento que ya no estaba siendo feliz, porque era algo que me hacía muy mal animicamente y que estaba afectando a mi familia también. Le tenía que explicar a mi hijo por qué volvía llorando".
"Soy una amante de lo positivo, de la alegría. Si estamos todos rotos en este mundo. Yo quiero humor y alegría y con el rumbo que estaba tomando el programa ya no lo sentía, me estaba volviendo gris y yo quería ser una persona de colores. No siento cómoda siendo una persona triste. Por ahí otros llegan a su casa y se toman un café y todo pasó, pero a mi no me sucedía. Entonces yo dije "hasta acá". Y este era mi hijo, mi programa, con todo lo que eso representa. Gracias a Dios hay un montón de proyectos donde yo me sienta cómoda", agregó.
Pero después habló del aspecto personal: "He tenido un año duro con la muerte de mi madre, me ha tocado acompañarla hasta el último suspiro. Lo he transitado de su mano. Y ahí agradezco al canal porque me lo permitió. A mi me chupa tres huevos que el show debe seguir. A mi me interesan otras cosas. Y también por otro lado hace un tiempo muy largo yo vengo transitando un momento personal que.... no quiero llorar porque gracias a Dios trajo mucho alivio a mi vida".
MAJU LOZANO SORPRENDIO CON UNA FUERTE CONFESION: "A LOS 51 AÑOS ME DIAGNOSTICARON AUTISMO"
"Hace más de dos años que venía con muchas inquietudes, que me venía atravesando desde muy chica. Tanto que en algún momento pensé que era adoptada y que hasta recurrí a otras cosas para saber de dónde venía. Siempre sentí desde muy chica que era un mundo al que no pertenecía. Que no había grupos con los cuales me identificara, que me sucedían cosas que no entendia como no tolerar el color rojo, como no poder comer frutillas, no poder comer arándanos, no podía ponerme ropa roja. Y hace un tiempo, desde el año pasado, vengo investigando mucho con profesionales excelentes. Y el 5 de mayo, que es el día de mi nuevo cumpleaños, tuve el gran alivio, porque para mi solo fue felicidad y entendimiento de que todo esto que me estaba pasando tenía una razón, fui diagnosticada de autismo", confesó.
Para finalizar, Maju contó que "Soy autista, y para mi es un volver a nacer, es reconstruir 51 años de dudas, de buscar explicaciones donde no las había. No quiero explicar sobre autismo, es algo de lo que todavía estoy aprendiendo. Soy elefante violeta. Me parece que lo más importante en mi es que ya no estoy más rota, que siempre sentí que soy una persona rota. Intenté con todo, registros, constelaciones, hipnosis, y finalmente llegó el alivio a mi vida. Soy autista. Mi vida empezó a tener sentido, estoy orgullosa de mi. Si bien estoy en un proceso donde todavía estoy reordenando cosas, tengo el alivio de saber de dónde viene lo que me pasa. Ahora no voy a comer frutillas pero no porque soy una loca de mierda sino porque no las soporto. Y ya no voy a sufrir por los sonidos que me volvían loca sin saber por qué. No es que cambia algo, es una condición, es una espectro. Lo cuento porque siempre fui sincera, y quizás pueda ayudar a alguien como en algún momento me pasó a mi cuando vinieron algunos chicos y sentí que ese era mi lugar. El autismo no es solo un niño acobardado en un rincón, también es eso".
