Antes de comenzar con su rutina, de empezar con el calendario escolar y la vorágine laboral, Carolina Pampita Ardohain (40) exprime al máximo sus vacaciones. Quiere aprovechar hasta el último segundo de libertad, sin rutinas, sin cumplir horarios. Se viene un año cargado, muy intenso, y mejor estar con la energía renovada para cuando la necesite. Por lo pronto, se suma a su agenda Pampita online, su nuevo proyecto televisivo que saldrá por la pantalla de Telefe. Si bien aún resta delinear quiénes la acompañarán –una de las panelistas será su amiga Barbie Simons–, las autoridades del canal confirmaron que debutará la primera semana de marzo, al mediodía, antes de El noticiero de la gente. El mes pasado, con motivo de su cumpleaños número 40, la modelo había pasado unos días de ensueño en Playa del Carmen, México, rodeada de amigos y a pura fiesta. Y antes que eso, con las millas de pasajero frecuente al día, estuvo en Punta del Este, donde recibió 2018 y estuvo durante enero. Queda claro que Pampita no quiere saber nada con sufrir las altas temperaturas que tienen a maltraer a Buenos Aires y, como puede, escapa. Sin embargo, promesas son promesas y hay que cumplirlas. Les había dicho a sus hijos, Bautista, Beltrán y Benicio que los iba a llevar a Disney, y cumplió. “Si bien mis hijos ya conocen, no es la primera vez que venimos a Disney, era un viaje que les había prometido. Ellos están felices y verlos así me hace feliz a mí también”. Por supuesto, del viaje también participó su novio, Juan Pico Mónaco (33) y una sobrina de Carolina, que cumplió 15 años y, como regalo, la sumaron a las vacaciones en las tierras de Mickey Mouse.
¡Esto es vida! La familia aterrizó en Miami, donde estuvieron unos días haciendo playa, recorriendo algún que otro shopping, poniéndose al día con el último grito de la moda y, luego sí, enfilaron con rumbo a Orlando, en el norte de la península de Florida. Relajados, pero siempre apostando a la elegancia, se los vio por los parques de Disney con una sonrisa de oreja a oreja. La felicidad de los más pequeños se trasladó a los adultos. Por su parte, Pico, por cuestiones laborales, regresó a Buenos Aires y sólo participó de la primera mitad del viaje. “Gracias, amor, por acompañarnos en este viaje lleno de magia”. Una despedida cargada de pasión que se prolongará hasta la vuelta de ella a la Argentina. Por supuesto, en Estados Unidos la pareja aprovechó para unirse y afianzar la relación. De los conflictos que los distanciaron parece no haber rastros. Hoy caminan a la par y con la felicidad que les generó haberse reencontrado.
Las vacaciones soñadas
Lo prometido es deuda
¡Qué susto!
Pico también viajó a Disney
