Inimaginable. Difícilmente se pueda comprender tamaña tristeza, impacto y secuela ante la pérdida de una hija. Por más palabras que se busquen, solo aquellos que lo experimentaron en carne propia logran entender ese tipo de tragedia.
Ricardo De Grazia es uno de esos sobrevivientes a un episodio semejante, tras el fallecimiento de la bella Jazmín, que sucedió el 5 de febrero de 2012. En esa época, toda la familia se refugió en el silencio y perfil bajo, en una reacción lógica para atravesar aquel momento durísimo.
En una sola oportunidad el padre de la modelo se expresó públicamente, fue dieciocho meses después en el programa radial de Jorge Lanata de Radio Mitre. En esa conversación al aire, Ricardo intentó expresarse y dejó frases como: “Después de la muerte de Jazmín cambió todo. Yo gracias a Dios tengo otros hijos, tengo nietos. O sea que de alguna manera tengo mi sostén, mi mujer que me acompaña. Pero es un punto de inflexión. Uno puede tener y buscar muchos momentos de alegría, pero nunca más va a estar feliz. La felicidad no la voy a encontrar nunca más”.
Crudas declaraciones, que ejemplifican las huellas eternas que marcan en el alma de un padre, al que se le desvaneció la posibilidad de seguir viendo crecer a su primogénito.
"LA FELICIDAD NO LA VOY A ENCONTRAR NUNCA MÁS"
Apelando a la entereza, el señor De Grazia intentó describir el horrendo acto de divulgación de fotos de Jazmín fallecida. “Incluso cuando llego, que el novio la había sacado de la bañera, que estaba desnudita, yo mismo le tiro una toalla encima, como para cubrirla. Hasta le pido a una mujer policía que cuide el pudor, como mujer. Pero sacaron las toallas y sacaron todas estas fotos, no solo las que publicaron. Hubo muchas más”, narró en el reportaje con Lanata sin filtros.
Aquel acto inmoral de difusión de las imágenes le agregó más leña al fuego del dolor que transitaban los seres queridos. Por eso, el padre de Jazmín dijo: “Fue un mazazo más que terminó de destruir a toda la familia. Fue muy duro”.
Finalmente, la familia De Grazia logró llevar adelante un juicio contra el Estado y la editorial Crónica por las fotos y consiguieron un resarcimiento económico, aunque no se trataba de plata, sino que los responsables pagaran de alguna manera por llevar a cabo un hecho tan escabroso y deshonesto.
