Con tan solo cinco participantes, los chicos de Gran Hermano se pusieron melancólicos y revelaron qué cosas son las que más van a extrañar de la casa más famosa de la Argentina. Todo comenzó por un ataque de sentimentalismo que le agarró al oriundo de Salta.
"Que loco tanto tiempo acá encerrados. Todos los días compartiendo. No nos damos cuenta, pero vamos a extrañar una banda barbaridad, y más cuando veamos las cosas. Eso me puse a pensar hoy", comenzó Marcos. "Yo también siento que nos vamos a extrañar un montón. Estaría bueno vernos", sumó Julieta.
"Vamos a decir 'uy, que loco' cuando ya no te levantás con tal cosas, no vas a ver a ciertas personas en la pileta, cocinando", aportó Camila. El Primo señaló: "Somos super afortunados por estar acá". "Vivimos todo, toda la experiencia la vivimos", remarcó Poggio.
Y agregó: "Estuvimos en la primera eliminación, expulsión, cuando llegaron las familias, peleas, enojos, los llantos, todo". "Ustedes se acuerdan la primera fiesta, lo que estábamos vistiendo todos", señaló Nacho. "Nosotros pensábamos que era barra libre", recordó Romina.
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"Resulta que el tipo le falta el respeto a la producción y va a programas a donde a mí me prohibieron estar, y me dejaron solamente salir por Zoom. Consulto para ver cuál era la consecuencia de eso, a ver, digo porque yo cumplo las reglas y él no", comenzó el cordobés.
"Y no solo que no tiene malas consecuencias, sino que lo premian. Va a entrar al programa, van a darle el gusto porque es algo que él quería y sabe que a ellos le rinde. Por rating, por plata van a dar el pésimo ejemplo de premiar la soberbia, la discriminación, la arrogancia y tantas cosas más que ni me animo a decir", añadió.
"Terrible, un asco, espero que sea una estadía muy pasajera, más que nada por mis compañeros, porque después de aguantar tanto y verlo entrar de nuevo a ese tipo... Ver entrar de nuevo a ese tipo va a ser un infierno. Pobres. Espero que por lo menos sea entretenido", cerró.
