La casa de Gran Hermano vivió una sacudida absoluta, un sismo que movilizó los cimientos y que marcó un antes y un después con esa batalla que libraron Furia y Catalina Gorostidi el lunes, que culminó con votación récord del público y finalmente expulsó por segunda vez a la morocha.
La dinámica del reality se trastocó por las secuelas, por todo lo que significa ese espaldarazo de los fanáticos del programa a Juliana Scaglione, lo que quebró ese bloque que se había armado de manera espontánea entre una gran mayoría de los participantes para eyectar a la más polémica.
En ese sentido, a las horas de la baja de Cata de la competencia, todos los sobrevivientes comenzaron a entretejer estrategias, a planear tácticas sobre a quién apuntar de acá en más. Así se vivenció una charla de Bautista y Emma, en la que infirieron que ahora intentarían proteger a los “originales”.
La lógica refiere a que los votos en el corto plazo se direccionarán a esos cinco que la producción metió de un saque hace unas semanas: Darío, Paloma, Mauro, Flor y Damián. Evidentemente ahora se vendrá ese razonamiento más plausible de eliminar a los nuevos.
MANZANA Y DARÍO SE ALIARON EN GRAN HERMANO
En ese sentido, se produjo una escena peculiar, en la que Manzana desoyó esa indicación y se acercó muchísimo al platense, el más longevo de la casa. Con mucha complicidad, el cantante tucumano abrazó al hombre y le propuso una idea conjunta que implica una confianza.
De ese modo, los dos se arremangaron y se pusieron a cocinar un guiso lleno de verduras para alimentar a todos los concursantes durante el almuerzo. Una actividad que permite dilucidar que Manzana posee un lazo diferente y que probablemente no lo nominará.
