No se lo esperaba. La decisión mayoritaria del público la sorprendió y con dolor juntó sus valijas y abandonó la casa de Gran Hermano. Mora se adapta a esta nueva realidad de seguir la competencia desde el exterior y en su análisis de toda la experiencia le pegó un flor de palo a la producción por el casting.
La misionera se destaca por su libertad de expresión, esa postura ante la vida de elegir con naturalidad transitar a su modo la sexualidad. Por eso se animó a explicar su visión de la elección que llevó a cabo Telefe en los concursantes que forman parte de esta versión 2022 del programa.
En una nota con Intrusos, se sumergió en la edición mayúscula que se emite al aire y exclamó: “Con recortes y sacando cosas de contexto, todos somos los malos de la película. Me sorprendió quedar afuera porque adentro la lectura del juego es totalmente otra”.
Por otra parte, la mesopotámica abordó la manera en cómo se armaban los clips para optimizar a un participante sobre el otro y soltó: “Para mí si se mostrara todo… Alfa es un señor grande y tiene sus formas, pero yo creo que entre los cuatro no sé si era la peor ahí adentro”.
En cuanto a las críticas que se posaron sobre su figura, esa sensación que se construyó en las redes sociales sobre poseer un rasgo de maldad, Mora exclamó: “Como soy acá es como era adentro de la casa. En ningún momento fingí nada”.
Y para terminar, la eliminada apuntó con vehemencia contra la producción por el casting y la tendencia a optar por jóvenes con apariencias hegemónicas. “Yo creí que iba a haber más diversidad en distintas cuestiones, pero son todos lindos y lindas. Qué te voy a decir…”, bramó.
