El país se paralizó, con picos de rating inusitados, la gran final de Gran Hermano se robó toda la atención, por la expectativa de dilucidar quién ganaría el reality, ese que obnubiló a la audiencia durante cinco meses. No todo fue alegría en esa última gala, al menos por lo que reveló Nancy Pazos.
La periodista ocupó una silla del panel del reality, en general en modo de reemplazo, pero estuvo en muchos de los debates álgidos que se construyeron entre todos los analistas del juego. Ya con el diario del lunes, y una emisión muy especial de A la Barbarossa, Nancy explotó una bomba.
El ciclo de Georgina Barbarossa disfrutó de la experiencia de emitir su capítulo desde el interior de la casa más famosa de la televisión. En la misma mesa en la que comieron los hermanitos durante una parva de semanas, Pazos encendió la polémica.
Respecto a situaciones secretas, o no conocidas, del desenvolvimiento de la final, la periodista desembuchó: "Lo que pasó fue lo siguiente: nosotros llegamos y obviamente era una noche muy especial, estamos hablando de la gala final, había nueve lugares y éramos nueve analistas”.
CÓMO FUE LA PELEA DE PANELISTAS
Así, Pazos describió la organización de espacio que determinaron en el estudio de Telefe: "Entonces había una primera y una segunda fila. Los 'titulares' estuvieron los cinco meses. Son Ceferino Reato, Gastón Trezeguet, Laura Ubfal y Sol Pérez. Ellos estaban en cuatro sillones importantes adelante y nosotros estábamos en una banquetas un poco más altas atrás, pero la verdad es que estábamos súper cómodos y bien".
Eso derivó en la confesión de Analía Franchín sobre una problemática inesperada: "Marisa Brel se enojó mucho porque no estaba adelante. Entonces se generó una situación incómoda por los lugares y me parece que los protagonistas eran los chicos y no los analistas".
