Natalia Oreiro ha construido un puente sólido con Rusia. Un país que en apariencia no dispone de muchos puntos de contacto con la cultura rioplatense, pero que en el caso de la actriz significó una casa más, otro hogar en que la cobijan.
La historia comenzó hace décadas, con la emisión de la novela Muñeca brava, desde esa piedra basal la uruguaya se convirtió en un furor en tierras rusas, pero a límites insospechados. La admiración no solo proviene de sus interpretaciones actorales, sino con su carrera musical.
A partir de este vínculo tan estrecho, que se maximizó con el otorgamiento de la ciudadanía rusa a la artista, las redes sociales explotaron en los últimos días con menciones y mensajes sobre Natalia. ¿Por qué? Todo se engloba con el ataque bélico de Vladimir Putin a Ucrania.
Los internautas argentinos convirtieron a Oreiro en tendencia en Twitter, porque una enorme cantidad de usuarios la nombraron, postearon fotos de ella en sus giras por ese país y armaron contenido que se orienta a que ella pueda intermediar para frenar esta guerra.
En el primer momento que se confirmó la invasión rusa en suelo ucraniano, Natalia no dejó pasar por alto el tenor de semejante accionar bélico y armó una storie en su cuenta de Instagram. Se trataba de un dibujo de dos personas con las banderas de ambos países intentando agarrar una paloma de la paz.
Probablemente motorizada por la insistencia de los usuarios, Oreiro decidió clarificar su pensamiento respecto a esta guerra y armó un posteo en su feed contundente, en el que escribió la palabra paz, la que también redactó en idioma ruso.
