Paloma Méndez, una de las nuevas participantes de Gran Hermano dejó a todos sorprendidos al revelar la cantidad de retoques estéticos a los que sometió su rostro en tan solo un año.
La joven confesó esta obsesión después de que se viralizaran imágenes de su transformación, especialmente por los múltiples rellenos de ácido hialurónico que se había aplicado en los labios.
Durante una conversación con su compañera Rosina, Paloma admitió abiertamente su obsesión por los retoques. "Me puse ácido hialurónico arriba y abajo, pero me quedó una pelotita. A esto lo tengo hace como un año", explicó, señalando una pequeña protuberancia en su labio. Rosina le aconsejó masajear la zona para disminuir gradualmente la hinchazón.
La confesión de Paloma no terminó ahí. Reveló que se había sometido a múltiples sesiones de ácido hialurónico, aproximadamente una cada tres meses, lo que evidenciaba su obsesión por el perfeccionamiento estético. Sin embargo, frustrada por los resultados, decidió poner fin a este ciclo hace aproximadamente un año.
LOS RETOQUES FACIALES Y LOS ESTÁNDARES DE BELLEZA DE LOS PARTICIPANTES DE GH
Paloma compartió el momento crucial en el que tomó la decisión de dejar de inyectarse. "Había que frenar un poco porque si no se me va a caer la boca", recordó. Desde abril del año anterior, ha dejado de someterse a estos procedimientos, demostrando una firmeza en su determinación.
Esta revelación ha generado un debate sobre los estándares de belleza y la presión social que enfrentan las personas, especialmente en entornos mediáticos como el de Gran Hermano. Paloma, con su historia, destaca la importancia de la autoaceptación y el cuidado responsable de la salud.
