Paula Chaves es una de las mujeres favoritas de la farándula argentina. Eso se da para los canales de tele, las marcas y el propio público. La morocha, que fue mamá por tercera vez en plena pandemia de Filipa (ya tenía a los bellos Olivia y Baltazar, a los que te le regalaron una hermosa casa para el jardín), se prendió en un divertido ping pong y dejó mucha tela para cortar de lo que son sus días con Pedro Alfonso en su casona de la zona norte del Gran Buenos Aires
“¿Una golosina que te remita a tu infancia?”, quiso saber el canal Ciudad Magazine. “El chocolate Toque. Salía 50 centavos, era grande, no existe más y me los comía a la salida del colegio. Soy muy dulcera. ¿Una comida que amaba cuando era pequeña? Los panqueques que hacía mi papá los domingos a la mañana”, recordó de sus años de gurrumina.
“¿Mi especialidad en la pastelería? El budín de banana. Te lo puedo hacer con harina blanca, harina integral, de almendra, de arroz. Y salado unas pastas con rico pesto y especias”, dijo Paula Chaves, quien fuera conductora de Masterchef.
“La tristeza es...”, le consultaron. “Comer una ensalada sola. Cuando te dicen estoy haciendo dieta y comiendo una ensalada sola, para mí eso es la nada. ¿Si fuera un postre? Sería un márquese. Es rico, como húmero abajo, la capa de dulce de leche. Todo tiene que ser en su justa medida, a mí me gusta mucho lo medido”, explicó.
“En un momento romántico con Pedro, ¿que piden?”, le preguntaron para terminar. “Ún pote de helado y nos lo vamos pasando. Kilo. Un cuarto es chiquitito. ¿Olivia y Baltazar? Ellos mueren por el dulce de leche: Olivia es como yo. Y Baltazar está aprendiendo ahora a comer dulce”, cerró.
