Los coletazos del furor de la transmisión compartida entre Lali Espósito y Peter Lanzani siguen dando tela para cortar. De ese vivo en Instagram que rompió récords de audiencia en simultáneo en la plataforma digital, se desprendieron muchos temas y otros pasaron desapercibidos.
Todo surgió con el maremoto que produjo la puesta en el aire de Casi Ángeles, que Telefé mandó al aire en conmemoración del aniversario número treinta de la señal. Las redes sociales se inundaron de interacciones sobre la exitosa novela. Por eso, Lali tuvo la idea de armar ese contacto con Peter, en el que brillaron por la complicidad y gracia, con títulos como que mantienen un gran cariño después de ser pareja en esa época.
También de esa charla surgió una anécdota increíble de China Suárez, ya que Espósito develó que tuvo un altercado con Amaia Montero, la cantante de La oreja de Van Gogh, que llegó al límite de tener que separarla en un boliche en el extranjero.
La cuestión es que dentro de la conversación, Peter abrió las puertas a comprender que su corazón no tiene dueña. ¿Cómo surge esto? En un tramo, Lanzini le dijo a la cantante: “Esperame que voy a cerrar la puerta, porque no quiero molestar con el ruido de la música, porque estoy viviendo con un amigo”. Con esa simple concepción, el actor de 4x4 entregó indicios de no atravesar una relación amorosa.
Siempre se ha mostrado como un profesional preocupado en aprender, cultivarse, por lo cual reconoce que ama leer y escribir. Así que la idea de una cuarentena agitada no cuadra con Peter y él lo narró con Lali. “No me acuesto tarde, una vez sola me dormí cerca de las siete de la mañana”.
También narró que todas las actividades lo mantienen entretenido, por lo que aseveró: “Se me va el día volando, de repente miro el reloj y ya son las cinco de la tarde y me pregunto ‘¿que pasó?’”.
