La partida de Gustavo Martínez de este plano generó conmoción, por lo repentino y lo inesperado, pero también por el modo, con esa decisión muy profunda y compleja de arrojarse al vacío de un piso tan alto de un edificio. Así como por todo lo que significa Ricardo Fort.
Las primeras repercusiones de este caso se centraron en las reacciones de Martita y Felipe Fort, quienes lejos de dedicarles hermosos mensajes a la persona que los cuidó durante nueve años, le destinaron palabras algo hirientes y dolorosas.
Los jóvenes se sentaron en criticar la determinación de dejarlos solos y hasta lo tildaron de egoísta por no pensar en ellos y sostuvieron que solo debía esperar diez días para que cumplan la mayoría de edad y se venza el documento legal de tutoría. Impensado.
En todo ese análisis de la situación que llevaron a cabo en Intrusos, se produjo una opinión certera de Marcela Tauro, una apreciación precisa de todo lo que se viene hablando de Gustavo. La panelista se preguntó por qué nadie lloraba la muerte de Martínez.
Tauro se apoyó en toda una descripción de Virginia Gallardo de estas reacciones erráticas de Martita y Felipe y lanzó un crítica a los hijos de Ricardo: “Se ve que les provocó enojo la situación. Me llama la atención que de toda la gente que vimos, a mi me dan ganas de llorar conociéndolo poco a Gustavo y no vi a nadie llorar”.
Por su parte, Gallardo también cuestionó a los dos adolescentes: "Entiendo el dolor que pasan esos chicos, pero creo que cuando esto baje van a poder recapacitar de lo que dijeron. Ellos están poniendo el foco en ellos, sin entender que existía otra persona, con otra realidad".
