Rodo, el papá de Nacho de Gran Hermano, le propuso a su hijo una estrategia para generar una crisis de angustia y preocupación en Julieta Poggio, una de las posibles finalistas de la competencia, a pocas semanas de la gran final. "Ahora le voy a decir a Juli, yo le voy a decir".
“Ay, te gritaron...”, le propuso Rodo a Nacho para que le diga a su compañera, a fin de generarle cierto misterio sobre el supuesto mensaje que le habría llegado desde el exterior de la casa. “Es así el juego...", le dijo el coiffeur a su heredero, quien lo escuchaba con atención mientras se sentaba en la cama de una de las habitaciones.
En tanto, Nacho se limitó a prestar atención a lo que su padre tenía para decirle pero sin emitir ningún tipo de opinión a fin de que, tal vez, para las cámaras como así también para las reglas que impone el formato, no se sospeche de un posible complot ni quede mal visto ante el gran público que todos los días sigue el programa.
“Ahora le voy a decir a Juli, yo le voy a decir a Juli”, expresó Rodo, -a quien acusan de "fingir" su acento español- a fin de lograr el cometido que pretendía y que, al parecer, su hijo no estaba dispuesto a llevar a cabo. Luego le pidió a las cámaras de GH que no lo enfoquen porque en ese momento planeaba cambiarse en uno de los rincones del lugar.
Acto seguido, al lugar ingresó La Tora pero como Rodo y nacho saben que es de "confianza" continuaron su charla donde el papá hablaba mientras el hijo atinaba a prestar atención sobre lo que tenían para decirle. Y ya con Lucila Villar adentrada en el lugar, el papá de Ignacio continúo con sus dichos...
"Y más con los pocos que quedan. Vamos, muchachos...”, le remarcó Rodo a su hijo, a quien incitó a que genere un efecto de desestabilización en la jugadora que viene de días de inquietud sobre las actitudes que su novio, Lucca Bardelli, tendría afuera de la competencia con otras mujeres y que habrían hecho que a Disney le griten "cornuda".
