Más allá que el país atravesaba una crisis galopante, los realities shows eran furor en la pantalla chica. El canal de San Cristóbal produjo uno en busca de un cantante, con toda una parafernalia en docentes y complejo habitacional. Aquel formato se llamó La oportunidad de tu vida, y de varios participantes resultó elegido Paolo Ragone, un joven de veinte años, lo que le permitió grabar su disco con una mega compañía, que tuvo el hit “Amor primero”.
Ese pujante y carismático artista no se perdió en las burbujas del éxito. Después de esa fama de la televisión, Paolo peregrinó por distintos lares en busca de su destino. Caminó Latinoamérica para construir su carrera, pasó del Luna Park a escenarios pequeños. Trabajó para otros artistas como compositor en Estados Unidos, hasta que otro reality lo catapultó, ahora en México. En tierras aztecas ganó de nuevo, entre miles de participantes, en el programa La academia, en 2010. Justo en ese país se capacitó, aprendió y encontró otro amor en la actuación.
Evidentemente su condición innata lo ayudó, porque también como actor saboreó desafíos grandes y protagonizó novelas como Il postino (el cartero), en Italia, también en Colombia con tiras como La selección y Rafael Orozco, el ídolo.
Paparazzi se contactó con Ragone para recorrer juntos la colina de su vida. En relación con aquel iniciático salto a la notoriedad en eltrece, el cantante soltó: “El reality fue una gran ventana para poder darnos a conocer masivamente, cumplí muchos sueños hermosos, como grabar mi primer disco con Sony Music y llenar un Gran Rex pero sinceramente, siempre supe que no era donde quería quedarme”.
A la hora de recordar las aventuras como intérprete de personajes, Paolo describió:”Más allá de toda la historia de la actuación, cantar seguía siendo mi motivo y mi razón de todo. En ningún lugar donde residí dejé de cantar”.
Ese anhelo de transitar los escenarios con la música se le presentó en 2015 y en familia, porque su hermano Bruno, quien participó de Operación triunfo y tuvo una relación con Sabrina Ravelli, le propuso armar Destino San Javier. Un proyecto que tenía raíces en su padre, que creó el trío folclórico San Javier.
Esa apuesta le deparó un sinfín de emociones, un crecimiento meteórico. “Al grupo lo creamos en homenaje a nuestros padres, para seguir con el legado de canciones donde el primer show que hicimos fue en Tucumán y nos dieron el premio revelación. A partir de ahí todo fue en velocidad, la gente comenzó a adoptar con mucho cariño lo que hacíamos, comenzamos a ser parte de los festivales más importantes del país”, reveló.
Así se sucedieron premios, discos, contratos discográficos y la consagración en Viña del Mar y los galardones en los Premios Gardel 2019. “La realidad ha superado completamente a los sueños, esos que tenía desde chico, esos que nacieron cuando subí por primera vez arriba de un escenario”, razonó Paolo.
Justamente, esta puerta a las motivaciones y pasiones, permitió que Ragone reflexione: “Creo que el cariño de la gente, el estudiar y perfeccionarse y nunca dejar de creer ha hecho que cada momento sea inolvidable y cada paso haya sido un peldaño en una escalera interminable llena de sueños”.
Paolo Ragone y el amor
Claro que también rompe corazones con su facha, ha trabajado su físico y cuida muchísimo su imagen. Así logró modelar en diferentes países. Ante la pregunta de su estado amoroso, Paolo sostuvo: “No me casé aún, no tenemos hijos, solo un perro malcriado y manipulador”. Su pareja también es del mundo artístico: “Vivo en pareja con Fiorella Vlank, que es actriz e hizo la serie Club 57 de Nickelodeon, vivía en Estados Unidos y la repatrié”.
