Estrategia y vida real. Todo se entremezcla en la casa de Gran Hermano, donde ya brotan a la luz las dificultades de las relaciones personales. En ese contexto, Thiago Medina cayó en las garras de un desconsolado llanto, que no logró contener, por una opinión hiriente de Tomás Holder en su contra.
El joven que ya captó el apoyo de una gran mayoría del público, por su historia de vida y su personalidad amable, experimentó un episodio doloroso. Al menos por su percepción, sintió un dolor que lo atravesaba por unos dichos de uno de sus compañeros más cercanos, que él considera de su círculo.
De repente, las cámaras robóticas del reality se dirigieron al rostro de Thiago, quien tumbado en una cama explotó en un mar de lágrimas. Mientras algunos de sus amigos trataban de consolarlo. En ese interín, Juan, el taxista que es abuelo a los 42 años, se le arrimó para explicarle la situación.
“Escuché cuando estaban hablando que Tomás (Holder) dijo que son cuatro (en el grupo), siendo que somos cinco, porque yo estoy con ustedes y eso me dio...”, expresó como pudo entre sollozos el chico de diecinueve años que se gana el sustento recolectando cartones en la vía pública.
Por su parte, Juan trató de aportarle su visión: “¿Cuándo dijimos eso? Tomás siente que no estás con el grupo”. Por su parte, Martina, la que fue tildada de homofóbica, opinó sobre el entuerto: “Tiene razón, a mí también me hubiese molestado”.
Reverdito lo impulsó a analizar la situación y le dijo: “Entonces demostrale también a Tomás que estás con el grupo”. Lejos de aceptar el consejo, Thiago sentenció con mucha vehemencia y certeza en su pensamiento: “Me chup… un hue… que piense lo que piense”.
