La historia de amor de Benjamín Vicuña y Eli Sulichin comenzó de la misma forma que el final del matrimonio de la China Suárez con el galán chileno: de una manera inesperada. Dicen que cuando se conocieron, Benja no quería saber más nada con el amor y estaba muy dolorido por lo que le había hecho Eugenia.
“El se mandó muchas, pero es como ciego del tema. Cuando lo engañaron a él se puso muy triste. Sumado lo de la casa, que era una apuesta para él, el dolor fue doble”, dijo una persona que los conoce muy bien. “Lo que pasó en el bautismo de Ana, la hija de Pampita, fue inesperado. El nunca pensó en Eli para nada”, agregó la misma fuente.
Lo cierto es que los meses pasaron. Y la relación de Benja con la hija de una amiga de Pampita prosperó (el dato que Eli y la conductora de El hotel de los famosos no es real: Pampa es amiga de su madre). Y, después de verse algunas fotos en Punta del Este, llegó el momento de la formalidad, como le gusta a los “Vicuña”.
Sí, en Chile, son muy tradicionales y le pidieron al actor que viaje con su chica a conocer a toda la familia. Benja pidió algo de tiempo, pero con la llegada de marzo se le hizo todo cuesta arriba y tuvo que dar el gran paso (también tenía compromisos laborales que llevar adelante).
Por eso se subió a un avión, y en estas horas se conocieron con la polémica mamá de Benjamín y subieron la primera foto oficial de la pareja a sus cuentas de Instagram. ¿Qué pasó en Buenos Aires, entonces? Esa es nuestra cuestión: el silencio de la China fue total, pero la imagen que mostró vale mil palabras.
La foto que acompaña esta nota la marca tirada en el pasto de la casa de 1 millón de dólares que compró Benjamín antes del divorcio, y se la puede ver súper diosa vestida en un look “total black”.
Pícara, como siempre, Eugenia marcó la cancha, justo ahora que se prepara para cumplir 30 años, en el mismo momento que del otro lado de la Cordillera lo estaban haciendo con su ex familia. ¡Haya paz, señoras y señores!
