Son momentos muy movidos en Gran Hermano y, a la par del ambiente alterado que se vive en la casa, Paloma Méndez empezó a sentir la falta de su familia, el aislamiento y la emocionalidad a flor de piel que estalla a raíz de los eventos más sorpresivos e insólitos que se le suman a las peleas en la convivencia.
Días atrás, Paloma se había encerrado a llorar en el dormitorio al ver las milanesas que había cocinado Darío Martínez Corti para la cena. Y ahora, la joven se quebró en el confesionario luego de tener un percance en la cocina mientras cortaba una fruta.
"Recién me largué a llorar hablando con Gran Hermano, me puso mal lo de la fruta", contó Palo a los hermanitos, y explicó lo sucedido: “Estaba cortando una manzana, se me cayó un pedacito y se me vino el flash de que viniera mi perra a comérselo".
"No es algo que me pase todo el tiempo. Son momentos así, que me vienen. Por ejemplo, el otro día Darío había hecho unas milanesas. Había una que le salió medio chota y era como las hacía mi mamá, que las hacía finitas. Eso me hizo acordar a mi mamá y me puse a llorar", señaló la rubia ante el Big.
PALOMA HABLÓ DE SUS EMOCIONES EN GRAN HERMANO
Paloma habló en el confesionario sobre su necesidad de hacer catarsis cada vez que algo le recuerda a su hogar. "Son esas cosas que me hacen acordar a mi casa. Yo soy muy pegada a mi familia, necesitaba eso. Una lloradita y a seguir", aseguró, entre lágrimas.
Luego, en la cocina, Méndez se refirió a la “extrañitis” que siente, mientras que Catalina, Florencia y Zoe comentaban que, hasta ahora, nunca habían extrañado a sus familiares. “O sea, sí, pero no me pone mal, ¿entendés?”, le dijo Flor.
