En búsqueda de adosarle picante a la trama, de generar más interés todavía y sobre todo competir contra el estreno de El hotel de los famosos, la producción de Gran Hermano diseñó el juego del auto, con el que brinda la posibilidad de ganarse un vehículo a estrenar a los participantes del reality.
Las reglas de esta actividad las explicó Santiago del Moro, cuya principal delimitación se centra en la exclusividad de formar parte para los concursantes que sobreviven en la casa desde el primer día. De esta manera, los que salieron eyectados y luego regresaron no pueden jugar, ni tampoco los nuevos, es decir, Camila y Ariel.
En definitiva, Gran Hermano activó esta prueba de resistencia, que consta de pararse al lado de un Toyota Etios atados con una soga dentro de un área marcada como perímetro y con la necesidad de hacer contacto con alguna parte del cuerpo.
La trama arrancó a la mañana y con el transcurrir del tiempo, dos hermanitos sucumbieron ante el esfuerzo y optaron por bajarse del juego. Sí, Romina, de quién explicaron si es millonaria o no, y Thiago prefirieron escuchar el cansancio, el dolor físico, el agotamiento y renunciaron a la chance de avanzar a la segunda etapa.
En la habitación de las mujeres, la ex diputada relató lo que sintió a su compañeras y sostuvo: “Es insoportable eso, no se puede. No doy más”. Ante la consulta de cómo estaban los otros concursantes, Romina expresó: “Y también… Dentro de todo bien, pero están muy cansados, aparte hace mucho calor”.
Respecto a las molestias que le provocó en su piel esta actividad, la ex legisladora nacional describió: “Se me hizo estas ampollas en los pies, no me voy a hacer mierda”. Por su parte, Agustín añadió su lectura del tiempo que llevaban en el juego y sostuvo: “Van más de seis horas”.
Aquellos que sobrevivan ante la señal de la producción del final de esta prueba continuarán a la siguiente fase, que constará de elegir una llave de un cofre y probar si logran encender el vehículo. El que acierte con la elección de la llave se adjudicará este nave de casi cuatro millones de pesos.
