No hay explicaciones ni respuestas al horror que se desplegó el 21 de mayo en el departamento de Villa Crespo donde vivían Laura Leguizamón con su marido Adrián Seltzer y sus hijos Ivo y Ian. No hay calma para una familia que quedó rota tras el brote psicótico que provocó que Leguizamón asesinara a los tres y se quitara la vida.
Lo más terrorífico para el entorno de la mujer es que las señales que podrían haber permitido prevenir lo ucurrido no fueron suficientes. Se perdieron, se minimizaron, se camuflaron. Nadie lo pudo anticipar. Esto se desprende del relato de Nora Leguizamón, hermana de la autora del hecho, quien contó a Telefe Noticias cómo fue la previa.
Todavía shockeada y golpeada, Nora habló a una semana de ese trágico miércoles en el que los cuatro cuerpos fueron hallados sin vida en un charco de sangre. “Mi hermana era feliz, buena madre, buena amiga. No lo entiendo. Esto me partió al medio”, aseguró la mujer, que no se cansó de insistir en que nunca en la vida pensó que “esto podía pasar”.
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Nora describió a su hermana como “una persona hermosa, buena, generosa”, que vivía feliz con su marido Adrián, con quien era felices. “Mi cuñado era una persona maravillosa, fuera de serie. Igual que mi hermana”, aseguró ella, la primera en alertar a los investigadores de que Laura estaba en tratamiento psiquiátrico.
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Nora señaló que tanto la familia Seltzer como la Leguizamón, las dos “destruidas”, aún intentan darle un marco de comprensión a lo ocurrido, con “lo poco que sabían” de Laura. Se refiere a la ayuda profesional que la mujer recibió en 2024, tras padecer un cuadro de salud mental cuya explicación, en su momento, fue que se había debido al “estrés”.
“Mi hermana empezó a tener pensamientos erráticos. Pensaba que la iban a echar de la empresa en la que trabajaba hace 30 años, que iba a tener problemas, que iba a ir a prisión”, recordó Nora y agregó: “Adrián habló con la empresa, le dijeron que nada que ver, que no había ningún problema”.
Nora contó que, luego de ese episodio el año pasado, Laura se estabilizó. Hasta que volvió a mostrar signos leves, semanas antes de Pascuas. "Adrián dijo que este último episodio lo podía controlar. Lo había minimizado. Nada hacía prever este tipo de reacción de Laura", aseguró.
