El conductor de los Debates de Gran Hermano viajó en el tiempo y se emocionó al rememorar aquel reencuentro con su padre, quien se fue del hogar cuando él tenía 8 años.
Si bien siempre se lo ve inquieto, alegre y divertido, lo cierto es que la vida de Robertito Funes Ugarte tiene un pasado difícil y que lo marcó para siempre. Según el propio periodista y conductor contó, su pare lo abandonó siendo muy chico y lo volvió a ver el día en que él murió.
En una entrevista intima, mano a mano con María Laura Santillán para infobae, el presentador de los debates de Gran Hermano fue consultado sobre su infancia y el abandono de su padre, y lejos de esquivar el tema disparó: “Dicen que era un buen tipo pero disiento con eso porque si sos buena gente no abandonás a tu mujer y tres hijos”.
“Podés llevarte mal con tu mujer pero olvidarte de tus hijos, no. Se fue y nos dejó y la que salió a laburar y mantenernos fue mi madre. Fue una persona muy inmadura. Se casó, tuvo hijos pero le gustaba otro estilo de vida. Mi hermano Gastón recién nacía. Mi mamá salió a trabjar y en ese momento estaba mal visto ser hijo de padres separados, divorciados, en una provincia”, recordó.
Fue entonces que Robertito se animó a confesar cómo fue la vez en la que se animó a dejar atrás viejos rencores e ir a ver a su padre. “No lo vi más… hasta que lo vi en su lecho de muerte. Literal. Viajo a Cordoba porque me avisan que estaba mal. No sabía con que me iba a encontrar porque no me acordaba ni la cara”, describió.
“Cuando fui me encuentro con un lugar muy humilde. Murió en una pobreza absoluta. Y veo a un hombre tendido en una cama con las manos duras, lleno de telas adhesivas. Me quedo un rato con él y le hablé”, revivió Funes en la charla aquel día en que volvió a tener frente a él a aquel hombre que le dio la vida.
"Murió en una pobreza absoluta. Lo volví a ver en su lecho de muerte. Me sentí aliviado y solté", confesó el conductor
Finalmente, Robertito manifestó: “Le hablo. Le dije que estaba ahí. El estaba en coma absoluto. Salgo y me avisa la enfermera que mi padre se había ido. Pregunto cómo… y me dicen que dejó de respirar. Y cuando entro al cuarto estaba totalmente relajado. Ese cuerpo tenso y sufriente lo vi hasta con las manos livianas”.
“Todo lo que no me dio en la vida , el apoyo, la contención, las conversaciones, los abrazos que nunca tuve, siento que me los dio en ese momento. Y yo me sentí aliviado y solté. Me esperó y se despidió de la manera que pudo”, cerró el periodista con la emoción en sus los al recordar ese momento con su padre.