Desde que Sabrina Rojas (39) decidió volver a darle una oportunidad a su pareja con Luciano Castro (44), siempre se mostró cautelosa. “No descorchemos mucho. Estamos intentándolo”, dijo cuando le consultaron si la reconciliación que sobrevino a la crisis que los mantuvo separados durante dos meses y medio era definitiva. “Mientras haya amor hay que pelearla, más cuando hay hijos”, agregó después convencida de subirse a esa segunda vuelta con su gran amor.
Hoy, seis meses después de haber vuelto a intentarlo, la actriz habló con Angel de Brito, en su ciclo radial El espectador, sobre el anuncio de su separación y tratamiento que se le dio a la noticia.
"Nos apresuramos en contar que ya no estábamos más juntos y en confirmarle a Jorge Rial la separación, pero hoy estamos bien”, dijo a la par que explicó que la crisis fue necesaria para bucear en su interior y después volver a intentarlo. Pero otra vez se mostró cauta. "No quiere decir que no nos vuelva a pasar", dijo la actriz honestamente.
Y el mismo sentimiento tuvo el actor cuando recientemente expresó: “Reconozco es que se me fue de las manos, y quedé más expuesto de lo que imaginé cuando hablé con Jorge (Rial), a quien le confirmé la separación. No me gustó lo que se generó alrededor de mi familia. La pasé muy mal”.
Sabrina y Luciano se conocieron trabajando en teatro, cuando hacían la temporada teatral de Valientes en Mar del Plata en 2009 y apenas él había terminado su relación con la locutora Elizabeth, La negra Vernaci. En 2011 se mudaron juntos, en 2013 tuvieron a Esperanza, su primera hija, en 2015 a Fausto, el segundo, y en 2016 se casaron. La relación entre los actores sorteó varias crisis, pero la última –quizás- la más profunda derivó en separación.