Se palpita en el aire. Se percibe, se huele, la expectativa por reencontrarse con un producto emblemático, de esos que marcaron una época y varias generaciones. Gran Hermano ya está en la recta final hacia su estreno y Santiago del Moro se animó a exteriorizar las vibraciones que lo inundan en esta cuenta regresiva.
El blondo asumirá un rol complejo, dado que se parará al frente de este show tan gigantesco, lo que implica un enorme desafío y tal vez su reto más importante en una carrera exitosa, que alcanzó un enorme grado de visibilidad con su reciente labor en MasterChef.
Santiago camina por horas decisivas, en las que repasa una y otra vez en su mente todo lo que debe transmitir delante de cámaras para el retorno de Gran Hermano, en lo que seguramente será un pico mayúsculo de rating, por el interés que late en la sociedad.
En ese contexto, Del Moro se animó a poner en palabras todo lo que borbotea en sus entrañas y valoró con total honestidad la magnitud de esta nueva aventura en la pantalla chica. "Estoy muy contento porque esperaba estar al frente de un proyecto así”, expresó.
En diálogo con PrimiciasYa, el ex Implacables aportó su visión de las características del certamen y motorizado en su visión opinó: “Lo bueno que tiene este programa que es el programa más democrático que se puede hacer, porque todo lo elige el público".
Además aceptó el juego de pensarse como participante de GH y sorprendió al confesar: "Creo que todos hemos fantaseado en algún momento sobre qué pasaría si entramos a la casa. No sé si tendría la fortaleza para estar en la casa de Gran Hermano".
