Soledad Fandiño está alejada de su hijo por la pandemia y a la distancia confesó cómo es su relación con su ex, René Pérez

La pandemia no solo sacudió al mundo entero por sus restricciones sociales y laborales, sino también por los distanciamientos familiares que obligaron a muchos hijos de padres separados a instalarse en la casa de algunos de los dos hasta que la fase de cuarentena obligatoria cediera un poco sus puertas. 

Sin embargo, muchos adultos residen a pocas cuadras distancia, mientras que algunos otros viven en distintos países. Este es el caso de Soledad Fandiño y su ex, el músico René Pérez, que mientras ella se desempeña como conductora en Argentina, él continúa con sus actividades en Puerto Rico.

En una entrevista con la revista Gente, la modelo confesó cómo está viviendo estos días alejada de su pequeño Milo y cómo fue que tomó la decisión junto al cantante de instalar al niño en tierras boricuas: “Estamos siempre pensando en lo mejor para Milo. Por ejemplo, yo consideraba que lo mejor era que viera a su papá, porque estuvo todo el tiempo conmigo. Entonces decidimos que se fuera a Puerto Rico para las Fiestas, aunque siempre con el miedo de que cierren las fronteras. Confié en los sentimientos y en lo que era necesario para mi hijo, que tiene una sabiduría tremenda y me respondió: ‘toca, toca la suerte loca’”.

No obstante, Soledad también agradece profundamente el avance de las tecnologías y la posibilidad de comunicarse desde cualquier punto del planeta a través de un pequeño celular: "Es un tierno y hasta me pide que le muestre cómo están los muñecos en casa. Menos mal que esta pandemia nos agarró con este modo de comunicación. Como siempre, me canta canciones y nos decimos unas palabras antes de ir a dormir".

Pero a su vez, la conductora de Santo Sábado también explicó que su hijo “ya está más grande y se dispersa”, por lo que por momentos la deja “hablando sola” o en otras oportunidades “se preocupa” de la distancia y quiere constatar de que a su mamá no le pasó nada y esta bien. 

Por otra parte, en cuanto a su trato con su ex pareja, Soledad aclaró que por suerte no siente incomodidad al hablar con él y que sus charlas se basan prácticamente en el estado de Milo: “Uno se pone en los zapatos del otro y cualquier cosa que pueda haber, la dejás de lado. Tratamos de entender que para ninguno de los dos es fácil. No somos perfectos, somos ex: nada es color de rosa, pero intentamos sentir empatía por el otro y si uno necesita hablar, habla. No necesitamos agregarle a todo más sufrimiento”.

"Tratamos de entender que para ninguno de los dos es fácil. No somos perfectos, somos ex: nada es color de rosa, pero intentamos sentir empatía por el otro y si uno necesita hablar, habla"

“Por lo general nuestros temas tienen que ver con Milo, a no ser que tengamos conflictos personales, que ahí hemos hablado de otras cosas. Nos respetamos mucho y los dos pensamos en él. Nos conocemos mucho y la opinión del otro importa, es un familiar que te conoce. Podemos tener diferencias y cosas vividas y un hijo que te une. Tratamos de valorar las cosas buenas que tuvimos” concluyó orgullosa del vínculo que pudo formar con René.