La pronta partida de Gerardo Rozín, fallecido a los 51 años luego de batallar valientemente contra una cruel enfermedad, enluta a todo el ambiente artístico y a buena parte de la sociedad argentina, que aprendió a quererlo con sus reconocidas participaciones en tantos programas, y representa un golpe muy grande y muy doloroso para Telefe, el canal donde el rosarino había echado anclas con algunas de sus creaciones más celebradas.
La emisora anunció la muerte del conductor de Morfi con un mensaje de muy pocas palabras en Twitter y una conmovedora y sentida nota en su página oficial. En ese momento, en su pantalla podía observarse una de las tantas novelas turcas que le dan buenos dividendos: Fugitiva. En cuestión de segundos la pantalla tuvo el agregado de un crespón negro.
Unas cuarenta y ocho horas atrás, casi en coincidencia con los primeros rumores que hablaban de un deterioro considerable en la frágil salud del productor, el canal decidió emitir un escueto comunicado en el que se admitía que el cuadro era delicado, se informaba que Rozín estaba en su casa acompañado por sus seres más cercanos y se pedía respeto ante un cuadro semejante.
"El ambiente del espectáculo está de luto", arranca el artículo que apareció en el portal oficial de la emisora unos minutos después de que fuera oficializado el fallecimiento de uno de sus hombres clave. Rozín era el artífice y conductor de La Peña de Morfi, el ciclo dominguero que complementó a aquel recordado "Morfi" que era diario y del que también estuvo a cargo.
Rozín era rosarino, tenía 51 años y dos hijos, que lo acompañaron hasta el último momento de su vida. Gran parte de su carrera la hizo en Telefe, donde debutó en Sábado bus. Desde 2015 estaba al frente de Morfi.
Luego, el texto ensaya una suerte de biografía del rosarino. "Nacido en 1970 en Rosario, provincia de Santa Fe, Rozín creció en esa ciudad convencido de que quería ser periodista", señala la nota. En Telefe, Rozín hizo sus primeras armas televisivas como productor y también "cronista" de Sábado Bus, aquel ciclo que lideró Nicolás Repetto y donde sorprendió con una columna que luego se volvería programa: La pregunta aninal.
Por ese ciclo transitaron todas las figuras del ambiente artístico pero también de otras latitudes, como la política. Fanático de Rosario Central, amante de la lectura, el cine y la música, Rozín presentó otros programas de relieve como Tres poderes, Medianoche de un día agitado y Gracias por venir. Además hacer "mucha radio", en los últimos años le había dedicado su vida, su pasión y toda su creatividad a Morfi y a la Peña de mofi, programas que hizo desde 2015.
