Es oscuridad. Una especie de túnel del que únicamente se podrá escapar con el mapa de la voluntad. Del esfuerzo y del amor. Ulises Bueno ha reconocido en reiteradas ocasiones sus problemas con la droga. Los vicios maniataron al cantante durante mucho tiempo y lo privaron de disfrutar de sus afectos. Como si le hubieran colocado una venda para impedirle contemplar parte bella de la vida. Fueron épocas difíciles que, afortunadamente, aparentan ir quedando definitivamente atrás.
De acuerdo a lo que comentó el artista cordobés, los recuerdos Rodrigo, que falleció trágicamente y vivió sus últimos meses desbordado por los vicios, lo hicieron recapacitar. Lo curioso fue la forma, pues Ulises confesó que tomó la decisión de rehabilitarse después de soñar con su hermano a punto de partir e inclusive soñar también su propio velatorio, como consecuencia de los excesos.
“Una vez soñé con mi hermano, con el accidente, su muerte. Me quedé con todo eso y soñé con con mi propio velorio, pero se me mezcló todo con el de él. Me dije: no puede ser que esto me lleve a la muerte. Cuando me desperté, decidí no consumir nunca más. Además me hice unos estudios que no salieron bien. A partir de entonces, cambié mis relaciones, mi grupo. Antes de empezar el tratamiento hablé con mis amigos y les expliqué que a algunos no iba a volver a verlos hasta que estuviera recuperado y pudiera decir que no”, fue el impactante testimonio de Ulises.
Más tarde, Bueno reflexionó sobre su hija Alma, de 10 años, testigo de esta etapa de sanación: “Ella me quería ver. Nos encontramos hace ocho meses y en esta relación descubrí un montón de cosas. Me cuesta un poco porque me ve como Ulises el cantante y no como el papá. Se esconde detrás de las amiga o me saca fotos escondida”.
La nocturnidad y el precio de no saber transitarla. Ulises parece haberlo pagado y todo indica que va camino a no deberle nada.
