Una lágrima que se conjuga con una sonrisa. En ese viaje constante que recorre la tristeza y el orgullo. La partida de Silvina Luna florece sentimientos por doquier en la sociedad, en la industria del espectáculo y sobre todo en ese grupo de seres amados que la acompañaron estoicamente.
La actriz apagó su luz de manera injusta, como producto de una inserción de un material nocivo para su organismo. Y así se abrió un campo de homenajes, de dedicatorias, de anécdotas que la pintan de cuerpo entero con todas sus cualidades luminosas.
Paulatinamente las amigas de Silvina se animan a expresarse, principalmente para ponderar y valorar todo lo que construyó en este plano. Así una de las almas que más la conocía como Barby Cobelo aportó un dato impresionante de la queridísima actriz.
En diálogo con Ulises Jaitt, esta mujer expresó en primera instancia: “Se fue en paz, rodeada de sus amigos y su familia más cercana. Como cualquier persona quisiera irse”. Y añadió el reclamo mancomunado de todos y todas: “Lo único que queremos ahora es que se haga Justicia”.
LA MISIÓN DE SILVINA LUNA
En ese chat, Barby sacó a flote la misión que cumplió Luna y narró: “La única explicación que encuentro a todo esto que vivimos es que esa fue su misión: cambiar las exigencias que tenemos las mujeres con respecto a lo estético, a cómo envejecer”.
“Se nos fue una parte fundamental de nuestras vidas, mi hermana, mi conexión con Argentina. No tengo palabras para describir todo lo que vivimos”, añadió Cobelo. Y también aportó su lectura de las emociones que se dieron en el último adiós: “Su despedida fue muy emotiva con su gente más cercana. Durante todo el cortejo y en su llegada al Panteón de Actores se pudo ver el amor que le tenía toda la gente”.
