Gran Hermano prosigue con su entramado singular, esa floración de relaciones interpersonales que mutan y que se maximizan con el transcurso del tiempo en encierro. Ahora, los participantes no pudieron ocultar su bronca contra la producción por una decisión llamativa.
Resulta que en el contexto de la tradicional celebración de los Reyes Magos, todos apostaron sus zapatillas al borde del árbol de Navidad para esperar los obsequios. Así cumplieron con los mecanismos, incluso con el pasto y la fuente de agua.
Al despertarse, los hermanitos corrieron al living para descubrir los objetos que les habían traído los reyes. No obstante, se chocaron con una sorpresa llamativa, una idea de los organizadores del reality que causó una impresión negativa.
Resulta que el programa entendió que en lugar de brindarles algunos regalos sería más conveniente dejarles a cada uno un artículo de limpieza. Sí, la dádiva de los Reyes Magos distó de una cuestión especial, de un gesto, de una pequeñez aunque sea.
Todos experimentaron desazón y algunos hasta ira, como el caso de Alfa, el más longevo de la casa, que no procuró ocultar sus sensaciones y gritó: "¿Sabes dónde te podés meter el regalo?". Una percepción similar a la de Romina, que bramó: “Todo bien a mi me gusta limpiar, pero no para que me lo regalen para los Reyes Magos”.
Por su parte, Nacho leyó la carta que acompañó esta movida, en la que se especificó el verdadero objetivo de Gran Hermano con estos adminículos y productos para limpiar: “Chicos y chicas, acá les dejamos los regalitos para que pongan la casa en condiciones. Saludos y felicidades. Los Reyes Magos".
