Las lágrimas rebalsan por doquier y bañan el alma de miles y miles de fanáticos. El dolor se esparce y cala hondo en los huesos por la partida de este universo de Juan Ramón Verón, el genial ex jugador de Estudiantes de La Plata, quien falleció a los 81 años, este martes.
El padre de la Brujita Verón, actual presidente del Pincha, apagó su luz en el Instituto Médico Platense, donde se encontraba internado desde el 17 de abril, a causa de un cuadro de deshidratación e insuficiencia renal, del que habían elevado un pronóstico reservado.
La noticia se filtró en las últimas horas y adquirió carácter de oficial a través de la corroboración que partió del club. De este modo, los hinchas de esa enorme institución, que muchos consideran el sexto grande, atraviesan un trance de angustia y consternación.
Hace dos semanas, la Brujita compartió unos posteos sumamente conmovedores, con fotos al lado de su papá con las que le envió energías positivas y redactó: “Fuerza viejo”. Por otra parte, en otra storie, el ex Inter de Milán compartió una imagen de su niñez y puso: “Gracias por meterme tan adentro esto”.
MURIÓ EL PADRE DE LA BRUJITA VERÓN
En cuanto a la dimensión de Verón es menester graficar que se encuentra en lo más alto del pedestal de emblemas de Estudiantes, porque desplegó un talento exorbitante, desde 1960 a 1970, con el que aportó su maestría para empujar a la gloria más esplendorosa: tres Copas Libertadores y una Copa Intercontinental (contra el Manchester United).
El papá de Juan Sebastián capturó el corazón de todo el pueblo del Pincha, y su legado se transmitió de generación en generación, con las historias de sus gestas, de su calidad para subyugar el esférico como pocos, a tal punto que supo integrar varios procesos de Selección Argentina y correr sobre el césped en Europa.
