El martes 21 de noviembre debía celebrarse uno de los partidos más importantes del año. Brasil contra Argentina era el gran clásico que coronaría el 2023 en el fútbol. Sin embargo, el encuentro se vio teñido por la brutal agresión policial a los hinchas argentinos. Tanto fue el escándalo, que el mismo Lionel Messi debió intervenir.
Tan solo faltaban segundos para que la pelota comenzara a rodar en el Maracaná, pero nuevamente un hecho de los policías brasileros contra gente de nuestro país terminó por empañar todo. Hay que destacar que el enojo empezó luego de que los cariocas silbaran el himno nuestro.
Claramente empezaron los insultos y amenazas de ambos lados, pero la seguridad no demoró un segundo y reprimió solamente al hincha argentino. Sin advertencia alguna, golpearon con cachiporras y golpes de puños a la gente que intentaba escapar de la situación.
Como el elenco albiceleste notó lo mal que estaba su gente, corrieron a socorrerlos. Le pidieron a las fuerzas de seguridad que cesaran con la represión y que por favor dejaran a la gente atenderse con el personal médico, ya que habían varios heridos.
DECLARACIONES DE LOS FUTBOLISTAS Y LA DECISIÓN QUE TOMARON
Por el momento el único que habló con la prensa argentina fue Lautaro Martínez, quien remarcó que no es la primera vez que algo así ocurre en tierras brasileras. "Siempre igual acá. Vinimos a vivir una fiesta y pasa esto", sostuvo el delantero argentino.
Todo el equipo, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, se marcharon al vestuario. Le exigieron a la policía que vele por la seguridad de la gente, sino no saldrían a disputar el partido. Al final llegaron a un acuerdo y todo se reanudó en las eliminatorias para el Mundial 2026.
