En cuestión de horas, la Session #53 de Shakira y Bizarrap se convirtió en el lanzamiento latino más exitoso del mundo y en tema de conversación global. En la tele, en la radio, en la calle, en redes: desde hace días que la letra del hit con el que Shak fulminó a Piqué y a Clara Chía Martí es material de debate.
Y mientras Shakira factura más y más euros para pagar su abultada deuda en Hacienda, Piqué se hace el gracioso a bordo de un Twingo o inventa que Casio es su nuevo patrocinador (asunto que fue negado por la firma), quien la está pasando muy mal es la Chía Martí.
Es que todo era diversión y risas para la novia del deportista mientras el asunto se trataba de comerle la mermelada a la estrella colombiana cuando se metía en su cama en su ausencia. Luego, para Clara siguió siendo excitante cuando Piqué la presentó ante el mundo como su novia.
Pero ahora, que su nombre aparece en los versos incendiarios de la canción más escuchada y que no hay ser en la Tierra que no la reconozca, la cosa se puso fea. "Tiene nombre de persona buena. Clara-mente, no es como suena", canta Shaki, antes de ningunear feo a la rubia.
¿Y cómo reaccionó la chica de 23 años, el “supuesto reemplazo” de la loba e Barranquilla? Refugiándose en casa de mamá y papá, muy molesta e incómoda por las situaciones que continuamente vive en la vía pública, donde hasta los bebés y los perritos se ríen de ella.
Así lo indicó la periodista española Lorena Vázquez, quien en su podcast aseguró haberse contactado con personas de su entorno. “Clara va por la calle y la paran para preguntarle quién es", dijo. Luego, agregó que "le cantan la canción".
Por otra parte, hay quienes sostienen que Clara estaría preocupada por una frase de la Session que indicaría que en algún momento habría habido intentos de reconciliación de parque del buen hombre: “Yo contigo ya no regreso ni aunque me llores ni me supliques”. Pero todas son especulaciones.
Por lo pronto, se supo que Gerard le concedió una suerte de consuelo a Chía Martí para levantar su ánimo. Aparentemente, el muchacho abrió la billetera y le pagó un tratamiento estético para aumentar el volumen de sus labios. ¿Será?
