La justicia española pretende conseguir en sus oficinas lo que no lograron rivales, entrenadores ni estrictos cerrojos defensivos en los campos de juego: que Lionel Messi no le haga una gambeta. El mejor jugador de fútbol del planeta aparece cada vez más comprometido en la investigación que se lleva a cabo para determinar si su fundación desvió a paraísos fiscales o a cuentas offshore dinero que recibía para destinar a proyectos sociales.
Ahora, según una investigación que publica el periodista Fernando Oz en el portal "Negocios&Política", las que aparecen involucradas en el escándalo son grandes firmas multinacionales y argentinas que habrían aportado parte de esas sumas cuantiosas en concepto de patrocinio a la Fundación Leo Messi. Los fondos debían solventar y promover diferentes proyectos inclusivos, pero según una denuncia de un ex miembro de la entidad iban a parar a un destino absolutamente distinto: a lugares donde no pagaban impuestos.
Los investigadores españoles pretenden determinar si las siderales cifras que aportaron un grupo de grandes empresas (se habla de más de 10 millones de dólares) llegaron a destino o fueron desviados en una maniobra para no cumplir con obligaciones fiscales, algo por lo que Messi ya fue condenado hace unos años.
La justicia española quiere saber si la fundación Leo Messi desvió a paraísos fiscales o cuentas offshorre más de 10 millones de dólares que recibió para encarar proyectos sociales.
En el "camino del dinero" de la fundación Leo Messi aparecen, ahora, nombres tan importantes como Samsung, Dolce&Gabanna, el Banco Nación, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Televisa Antártica Films, Bodegas Bianchi, Sancor Seguros, golosinas Marengo, Herbalife, Flecha Bus y hasta la empresa de telecomunicaciones qatarí Ooredoo como aportantes de la plata.
Según la información, el contrato con Samsung englobaba 3 millones de dólares anuales, y el de Dolce&Gabbana 350.000. Algunos eran donaciones, pero otros involucraban algún tipo de intercambio publicitario por parte del futbolista.
La denuncia fue radicada por Federico Rettori, un fotógrafo que en sus cinco años como miembro de la fundación Leo Messi llego a ocupar un cargo destacado: fue encargado de desarrollo y gestión. Rettori, un argentino que se radicó en Palma de Mallorca, le contó a "Negocios&Política" que habló varias veces con Jorge Messi, el padre del jugador, para avisarle que la plata no llegaba a los proyectos sociales sino que tenía otros destinos, lo que podía considerarse un delito.
Como no recibió respuesta ni le llevaron el apunta, se apartó de la fundación y presentó una denuncia en la justicia Española. En ese país, Messi ya fue condenado por evasión impositiva de 4 millones de euros a una pena de 21 meses, una sanción que no es de cumplimiento efectivo.
