Todo mal para Gerard Piqué. Mientras Shakira capitaliza el estrepitoso final de su relación con su hit con Ozuna, “Monotonía”, el futbolista ve cómo sus sueños de levantar un hotel 5 estrellas en la Costa del Sol se postergan indefinidamente por un macabro hallazgo arqueológico.
Es que el terreno donde Piqué pensaba construir su nueva propiedad ya estaba ocupado, pero por un cementerio musulmán que, hasta ahora, suma más de 250 tumbas. El descubrimiento se dio al inicio de las obras, cuando los arqueólogos confirmaron que lo encontrado eran restos humanos.
Es que se sabía que en la zona donde el ex de la colombiana pretende dejar su marca en Málaga era muy probable que se correspondiera a la zona sur de la necrópolis andalusí de Yabal Faruh.
Si Piqué quiere seguir adelante con la obra, en el que está embarcado desde 2015, el terreno deberá quedar completamente limpio, un temita que podría demandar meses o, dicen, años. Un drama para el novio de Clara Chía Martí, que dilataría los tiempos previstos y las consiguientes ganancias.
"Hasta ahora hemos descubierto y documentado más de 200 tumbas, casi todas de última época nazarí", informó Daniel Núñez Vílchez, director de la obra de recuperación arqueológica que tiene al papá de Milo y Sasha más que molesto. Al margen, se supo que el deportista compró una mansión en Barcelona para vivir cerca de sus hijos.
Una apuesta de bienes raíces que, seguramente, le saldrá mejor que esta aventura aún incierta. Porque la pregunta es quién querrá alojarse en un hotel, por más lujoso que sea, que fue construido encima de un cementerio.
