Si hay algo que caracteriza a la actriz Carla Peterson (46) es su espontaneidad. Dueña de una gran personalidad y de un estilo fresco, a ella no le preocupa aparecer frente a su millón y medio de seguidores al natural y sin una gota de maquillaje.
Así se muestra diariamente en su cuenta de Instagram durante la cuarentena social, preventiva y obligatoria dispuesta por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, para evitar la propagación del Covid-19.
La actriz de la exitosa tira 100 días para enamorarse se contacta con sus seguidores todos los días entre las 8 y las 9 de la mañana y hace un vivo con ellos. Desde allí entretiene y les regala un momento de esparcimiento. Y lejos de mostrarse como una diva, Carla se muestra tal cual es. Sin make up y sin nada que esconder. Desde allí va contando como pasa el periodo de aislamiento, en compañía de su marido, el economista Martín Lousteau y el hijo de ambos, Gaspar.
“Bueno, el pelo no importa. Después, taza taza cada uno a hacer cositas en casa”, dijo Carla.
La actriz reparte el tiempo de aislamiento entre la tarea escolar de su hijo, las opciones para mantenerlo ocupado y divertido y practicar recetas de cocina, que después comparte con sus seguidores. El asunto es que en el último vivo que realizó, su look llamó mucho la atención. Apareció con lentes de sol, despeinada y al natural.
A partir de los comentarios surgidos por su cabellera, Carla explicó: “Parezco una gallina que me persiguieron a escobazos, me fui a dormir con el pelo mojado”.
Con la enorme frescura que la caracteriza, le restó importancia a la estética e hizo hincapié en arengar a sus fans a hacer cositas en casa. “Bueno el pelo no importa”, lanzó en varias oportunidades quitándole importancia al look. “Después, taza taza cada uno a hacer cositas en casa”, dijo con gracia antes de despedirse.
