En la era moderna no pululan por doquier las parejas que logran sostener, alimentar y regar un vínculo por más de dos décadas. Prácticamente son la excepción, más que la regla. Y en ese grupo se encuentran los actores Sebastián Wainrach y Dalia Gutmann.
Dos exitosos en sus carreras profesionales, dos personajes que rebosan en humor, en la capacidad de construir risas y sobre todo de mofarse de sus propios comportamientos. Con similitudes en cuanto al estilo, con el monólogo como guía, pero con sus diferencias.
Seba y Dalia se conocen desde hace más de veinte años. El conductor de radio siempre describió como una tarea titánica lograr conquistar a su esposa, para lo cual invirtió mucho tiempo para salir de la zona de amistad y conseguir que el sentimiento brotara mutuamente.
Ambos captaron el destino y se arrojaron a compartir la vida, hasta tal punto que se convirtieron en padres de Kiara y Federico para configurar una bella familia, con muchas particularidades por las profesiones de esa pareja tan querida y respetada.
En las últimas semanas, el periodista Pampito aseguró que transitaban por una crisis, incluso se animó a describir que Wainrach había abandonado la casa familiar como producto de un distanciamiento profundo, por una supuesta difuminación del amor.
Una teoría que fue rápidamente desmentida, sobre todo por Dalia: “Nunca me había pasado. Yo leo algunos portales de chimentos porque me encantan, no voy a negarlo, pero me sentí incómoda”. Así le puso punto final a esa versión, que sonaba a poco sólida.
Pero en ese raid por “investigar” en el bienestar de la pareja surgió a la luz un pacto de convivencia, un acuerdo que se juramentaron Wainrach y Gutmann para conservar el lazo intacto. ¿De qué se trata?
Básicamente los dos tienen horarios incómodos, a contramano de lo habitual por el desarrollo de sus obras teatrales o por el ciclo radial de Urbana Play, que se emite de 17 a 20.
Frente a esas agendas complejas, a lo que hay que sumar la crianza de los dos niños y hasta la filmación de Casi feliz, la serie que protagoniza Seba en Netflix, los dos concordaron que deben dedicarse tiempo de calidad y principalmente en soledad.
Así, arman salidas como pareja para disfrutar de un rato para encontrarse, para mimarse, para escucharse. Ese es el secreto para la durabilidad de una pareja de tantos años. Además, Dalia confesó que otro accionar para evitar roces: “Si a una colcha hay que guardarla adentro de una bolsa porque si no se llena de polvo entonces, cuando veo que no se hace, me pongo un poco mal y trato de hacer la vista gorda”.
