Sucedió durante la madrugada, en una de las esquinas más tradiciones y conocidas de Puerto Madero, el barrio más joven de la Ciudad de Buenos Aires y el más exclusivo, al menos en valores, de la Argentina y Latinoamerica. En Azucena Villaflor y Juana Manso, el futbolista Toto Salvio fue interceptado por su esposa, Magalí Aravena, quien tenía el dato, la presunción y la sospecha de que podría encontrarlo allí junto con su amante, Sol "Schenckler" Rinaldi. El hecho terminó en un violento incidente, en el que el delantero atropelló a la modelo portuguesa. Ahora apareció el video.
En las imágenes, captadas por un domo de la Ciudad de Buenos Aires, se observa una amplia avenida en la que hay dos autos de alta gama frenados uno adelante del otro. Enfurecida por observar "lo peor que puede ver una mujer" según lo que contó Pampita después de entrar al "motorhome" donde encontró a Benjamín Vicuña con la China Suárez, Aravena aparece apostada del lado derecho del auto de su marido. Es decir, de la ventanilla de la acompañante, en este caso una joven llamada Sol.
El auto de Salvio está detenido. Cuando arranca y va marcha atrás, Aravena da unos pasos a su lado y de repente parece estar colgada de la ventanilla. El auto no detiene su marcha ni siquiera en ese momento. Era, según los primeros partes policiales, la 1 y 30 de la madrugada del Jueves Santo. Los primeros minutos de un fin de semana largo que para muchos será de 4 días.
A Aravena se la ve hacer algunos gestos y ciertos movimientos. Evidentemente, está encolerizada por lo que acaba de comprobar con sus ojos y está pidiendo explicaciones por lo sucedido. Tras ir para atrás unos 15 metros con Aravena corriendo a su lado y colgándose de la puerta, Salvio aprieta el acelerador en una maniobra cuanto menos peligrosa para la salud física y la integridad de Aravena.
El auto pega un pequeño giro hacia la derecha y el cuerpo de Aravena se bambolea, como flameando en el aire. Es un momento de altísima tensión porque a ella se la ve como si quedara "doblada en el aire". Está a segundos o a centímetros de ir a parar bajo las ruedas y agravar notablemente las consecuencias del accidente. Por suerte no sucede y Salvio vuelve a frenar.
Se acerca otra persona, que acelera el paso y empieza a correr. El auto vuelve a dar marcha atrás y ahora está frenado en el medio de la avenida. Se acerca otra persona, y entre las dos intentan frenar a Aravena y correrla de esa escena tremenda y temible. La discusión y los gritos siguen, mientras van pasando otros automoviles que transitaban por allí. Luego llegarían el Same y la policía. Los médicos para atender a Magali y determinar que tenía una luxación exterior y no hacía falta llevarla a un hospital. Los uniformados para comprobar que Salvio se había hecho humo en el medio de la noche.
