La noticia fue bomba: después de 38 años en pareja, Patricia Viggiano dijo basta. Eso ocurrió antes de la maldita pandemia que volvió loca al mundo. Hoy, la páginas dicen que hay otra explosión: a dos años de estar lejos, la actriz tomó la decisión de regresar con Diego Chornogubsky, el padre de sus dos hijas (Oliva que es actriz y Lucila, que se desempeña como chef), dándose una hermosa chance.
Aquí relata su historia de amor que dejó a muchos sin palabras: “Estuvimos separados dos años y tres meses, la última vez y volvimos a finales del año pasado. Nos dimos cuenta de que es más lindo estar juntos. Nos reconciliamos”, firmó Patricia, de una larga carrera como actriz.
“Nos conocimos a los 20 años. Tuvimos cuatro separaciones en 40 años y así funcionamos. Estuvimos cinco años de novios y la primera separación fue en ese entonces. Después nos separamos tres veces más, ya de casados, pero nunca más de un año. La última vez fue en 2019, cuando estaba haciendo Campanas en la noche, en Telefe”, dijo en una nota con La Nación.
“Empezamos a vernos a mitad del año pasado, volvimos hace cinco meses y convivimos desde hace dos. Durante un tiempo cada uno estuvo en su casa hasta que su contrato de alquiler se terminó y se mudó a casa", siguió.
"Espero que no nos separemos más. Creo que estamos grandes para separarnos pero, de alguna manera, funcionamos así. Hicimos todo lo que pudimos y no encontramos otra forma”, agregó en el portal.
“No me gusta acomodarme a las cosas, necesito tener entusiasmo. Arrancamos muy chicos y uno va creciendo con la otra persona y los crecimientos no siempre son parejos, y las situaciones de vida no siempre son las mismas. Nos amamos, pero no encontrábamos la manera. Diego no es partidario de la terapia de pareja y eso en una relación de muchos años es más complicado. Hay que ponerse de acuerdo en cómo cada uno quiere vivir y no caer en la rutina”, se sinceró.
“¿Fórmulas? Venimos bastante bien. No hay una formula, pero fuimos encontrando la manera. Si me preguntás si volvería a separarme, te diría que no. En general, las separaciones eran de un año y esta vez fue más del doble y cada uno hizo un poco lo que quiso, y nos dimos cuenta de que si bien podíamos estar solos, era más lindo estar juntos y ambos valoramos muchas cosas”, aconsejó.
“Lo bueno es que no volvimos porque no nos quedaba otra sino que nos elegimos porque nada es mejor que estar juntos”, terminó.
