Estamos separados en este momento. No es algo definitivo. Tenemos mucho amor y una familia ensamblada hermosa. Hay que aprender a convivir, a ceder, a pactar muchas cosas… Y aprender el amor de los hijos ajenos, que me han hecho crecer mucho”. Hace casi un mes, la propia María Eugenia Suárez (27), la China, confirmaba su distanciamiento de Benjamín Vicuña (42), su pareja de los últimos cuatro años, en los medios de comunicación.
En esa definición la actriz era clara y no sólo dejaba al descubierto el presente que atravesaban con el chileno sino que dejaba las puertas abiertas para el futuro, para una posible reconciliación. Por entonces, la protagonista de Argentina, tierra de amor y venganza, la novela éxito del año, estaba en Miami, de vacaciones con sus dos hijas, Rufina y Magnolia. Y el también integrante de la ficción –que terminó el lunes 30 de diciembre–, pasaba sus días entre Europa y Chile, no sólo por trabajo sino porque su familia de origen lo necesitaba, a consecuencia de un delicado problema de salud de su padre.
Pero quedaron en que se debían una charla profunda, cara a cara, y la concretaron a la vuelta de ambos al país. Ella, regresada de Estados Unidos, y él, del final de las grabaciones de Inés del alma mía, compartieron un fin de semana en un conocido cinco estrellas en la zona de Pilar, y pudieron limar asperezas. Ese fue el primero y gran acercamiento entre los artistas, que resultó muy bien. A partir de entonces decidieron reintentar su historia de amor.
¿Borrón y cuenta nueva? Después de ese encuentro, la China y Benja continuaron con los planes que tenían previos a la crisis. Crisis que, en esta oportunidad, se hizo pública pero que no fue la primera entre ellos. Incluso durante las largas horas de grabaciones de ATAV, testigos contaron que los solían ver en los pasillos manteniendo acalorados intercambios de opiniones.
Y que, en esta oportunidad, superó los márgenes de lo previsible y se concretó en una distancia que incluyó varios kilómetros de por medio. Unida nuevamente, la pareja se fue a Chile, donde Magnolia, la hija en común, se reencontró con la familia paterna y ellos terminaron de reacomodar las piezas como pareja. Compartieron con los más íntimos y también con amigos, y día a día se fue acomodando la realidad del clan y recuperando la armonía.
Y en el mismo país trasandino compartieron Nochebuena y Navidad, incluso con los tres hijos que Vicuña tiene con Carolina Pampita Ardohain, Beltrán, Bautista y Benicio. Y seguros de la decisión que tomaron, de volver a elegirse como pareja e ir por más, no sólo la China compartió una tierna postal en las redes sociales sino que planearon y concretaron un nuevo viaje, esta vez con destino Uruguay.
Allí, pasan unos días en Punta del Este, disfrutando de la playa y la temporada alta en la costa top, para volver a Chile a los festejos de fin de año y de Año Nuevo. Por ahora, la armonía se instaló entre el amor que se tienen, la unión que los mantuvo juntos sus últimos años y la elección que los llevó a apostar a un futuro juntos, justo para el final de la novela que les permitió llegar al corazón de la gente.
