Wanda Nara volvió a sorprender con una confesión íntima en Ferné con Grego, el programa de Telefe que conduce Grego Rossello. Con la espontaneidad que la caracteriza, la empresaria repasó detalles de su vida sentimental y reveló cómo fue convivir durante más de una década con Mauro Icardi, a quien describió como un hombre que la tenía como único eje de su vida.
No es la primera vez que Wanda apunta fuertemente contra las actitudes de Icardi en cuanto a la forma de relacionarse con los demás. Sobre todo con los diez años de matrimonio que tuvo con ella, donde al parecer, según las palabras de la mediática, las conductas absorbentes y hasta tóxicas del rosarino terminaron siendo preocupantes.
En medio de la charla, Wanda no dudó en ponerle palabras a lo que sintió durante su matrimonio con el futbolista. “Pensé en los 12 años que estuve con él y nunca tuvo un jueves con amigos, una comida con el hermano, un tenis con algún primo. Yo sí las tenía y, sin darme cuenta, me fui alejando. Además me daba culpa irme porque lo dejaba solo”, explicó.
Por otro lado, recordó una anécdota particular que tuvo cuando Darío Barassi -su compañero en Love is Blind- se ofreció a presentarle otro hombre. En ese momento, Wanda fue contundente con un importante requisito que pedía: “Tiene que tener amigos y que yo no sea su principal foco”. Es que, después de lo vivido con Mauro, la conductora definitivamente necesitaba otro tipo de relación.
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La mediática admitió que llegó a inventar excusas con tal de poder disfrutar de momentos de soledad. “Mentía para dar vueltas en el auto”, reveló entre risas, al recordar cómo buscaba aire en medio de una relación que la mantenía bajo presión. Incluso confesó que Icardi le pedía que organice planes en las pocas horas que tenía libres después de entrenar, lo que terminaba asfixiándola.
Un poco más distendida, Wanda también se permitió bromear sobre lo que le pasó después, en su vínculo con L-Gante, marcando el contraste entre ambos. “Igual después me llegó una persona que era todo lo contrario. Tan libre que lo tenía que salir a buscar porque no estaba nunca”, soltó con picardía, como si se hubiese ido hacia el otro extremo del vínculo que buscaba.
Ahora, con el firme deseo de seguir soltera por un tiempo para encontrarse como persona, Wanda reconoce que necesita de esta soledad para encontrar un equilibrio que no tuvo en sus relaciones anteriores. Lo que busca, asegura, no es un hombre que la ponga en el centro absoluto de su vida, sino alguien que tenga su propio mundo, sus amistades y sus espacios.
