Más allá de algún cortocircuito en el medio que lograron sortear de la mejor manera, en esta pareja triunfó el amor. Apostaron, se superpusieron a los conflictos que se cruzaron en el camino y continuaron juntos. Nada ni nadie logró separarlos. Semanas atrás, Evangelina Anderson (32) y Martín Demichelis (37) cumplieron diez años de romance puro. Con todo lo que eso significa, sobre todo en el medio, con dos personas públicas. Con tantas tentaciones y rumores que harían tambalear a cualquiera. A esto se le suma la vida que lleva adelante un futbolista. Más allá de los lujos, los viajes, trasladarse de un país a otro se vuelve moneda corriente. No son muchas las familias que se embarcan en esa aventura.
Micho jugó en Alemania, España, Inglaterra, y siempre a su lado estuvieron Eva y sus tres hijos. Bastian, Lola y la pequeña Emma. Hoy, toda la atención está puesta en la más pequeña. “A Emmita le salieron los primeros dientitos y se ven lindos cuando se ríe, pero lo padezco cuando toma la teta. Lala está muy pendiente de su hermanita y, a su vez, la tengo todo el tiempo pegada a mí. Es como un abrojo… debe ser porque quedó en el medio. El más grande es más pegado a su papá, con el tema del fútbol tienen algo en común. Ellos, esta familia es lo mejor que me pasó en la vida”, define a sus pequeños con una ternura única de madre. Ya él retirado de la actividad profesional, viven en la bella ciudad de Marbella, en España. Allí disfrutan de las cálidas playas y lucen sus trabajados y esculturales figuras. “En el mar renuevo energías. Es un lugar maravilloso que me tiene enamorada. Me encanta ir a la playa a respirar aire fresco y escuchar las olas”. Sin embargo, más allá de las ventajas y paisajes únicos que tienen al alcance de la mano en la ciudad en la que viven, la familia decidió pasar un fin de año distinto.
Si bien en un principio tenían pensado volver a la Argentina para reunirse con los seres queridos, decidieron postergar el viaje. Armaron las valijas y partieron rumbo a Dubái. Allí festejaron Navidad y Año Nuevo. Se hospedaron en un lujoso hotel con todas las comodidades. Allí aprovecharon la pileta y las diferentes atracciones con las que cuenta el lugar. Por supuesto, como no podía ser de otra manera, disfrutaron del mar en familia. Un lugar que para la rubia significa paz, en el que recarga energías, se sintió en el Olimpo. Vacaciones distintas para los Demichelis. En un lugar de ensueños, con la tecnología y la riqueza puesta para la creación de un sitio diferente y que no encuentra comparación y del que los chicos están disfrutando cada rincón. Ya habrá tiempo de volver al país de visita y juntarse con familiares y amigos.
En familia a puro disfrute
Eva realizará el profesorado de Yoga
